Desde hoy, cuando el túnel que conecta la Ortega y Gasset con la calle Santo Tomás de Aquino se abra al público, los conductores transitarán con más facilidad.
Ayer, decenas de obreros daban los toques finales a la obra que será inaugurada hoy a las 5:00 p.m. La construcción del túnel, que costó al Estado US$50 millones, es el primero en su categoría en el país, con una profundidad que sobrepasa los 25 metros por debajo de los edificios y se estima que el retorno de la inversión será de seis años, por el ahorro de tiempo y dinero.
El subterráneo implicó algunos cambios en las calles aledañas a la infraestructura, como es el caso de la Sánchez Ramírez, donde fueron colocados muros pequeños para bloquear el tránsito hacia la Santo Tomás de Aquino en dirección este-sur y no se podrá girar en “U” hacia el norte.
La calle Juan Sánchez Ramírez, que antes era de una vía, ahora es de doble sentido, desde la avenida José Contreras hacia la Wenceslao Álvarez. El túnel, de 1.20 kilómetros de longitud, cuenta con un centro de control, con 17 cámaras de video. Desde el centro se controla el sistema contra incendio, que no tienen los demás pasos subterráneos, control de niveles de gases, ventilación y la iluminación. También tiene cámaras de vigilancia y un personal entrenado que estará en servicio 24 horas.
