Muchos intentan descalificarlos señalando que son “Hijos de papi y mami” en referencia a que son “riquitos”. Otros aseguran que no aguantan un empujón. Ellos se asumen conscientes, realistas, para nada soñadores y creen en su lucha, en que el cambio es posible.
El movimiento social dominicano surge con nuevas caras y formas de expresión a raíz de la celebración en 2006 de la “Feria de las ideas”, evento con que el Gobierno celebró 10 años del ascenso del presidente Leonel Fernández al poder.
Para ese entonces, en el Parque Colón un grupo de jóvenes montaron “La Otra Feria”, a fin de que la población expusiera sus problemas y el de sus comunidades. La represión no se hizo esperar y jóvenes como María del Mar Mella, Alexander Mundaray, Cristal Fiallo, álvaro Caamaño y Elizabeth Mate, sintieron por vez primera el gas lacrimógeno en sus ojos. Y se indignaron.
Después, el evento se montó en el Parque Eugenio María de Hostos.
De ahí nacieron agrupaciones como La Multitud, La Revuelta, Toy Jarto, Haciendo Patria, Justicia Global, Juventud Caribe, y otros menos visibles, pero que han asumido la lucha social desde las aulas de universidades privadas, hasta nuevos espacios, como la Internet.
El nacimiento de estos nuevos grupos sociales ha significado un despertar, pues es indudable que tras la desaparición de Joaquín Balaguer del poder, se registró un reflujo en la lucha social del país.
Han logrado conquistas significativas y para muchos representan el reemplazo de grupos tradicionales.
De la Lira a Los Haitises
Luego de “La Otra Feria” vinieron otras luchas. Tras el indulto presidencial en el año 2008 de los implicados en el Plan Renove en 2008 y la funcionaria de Baninter Lilian Lubrano de Castillo, diversos grupos hasta entonces antagónicos unieron fuerzas para oponerse, llevando las protestas hasta el parque La Lira, en pleno corazón del polígono central de la capital.
A estas protestas siguieron otras, como el llamado zapatazo, en que la ciudadanía lanzó sus zapatos contra funcionarios corruptos.
El hecho de que dicha protesta se sucediera en el corazón del ensanche Naco, hizo volver la mirada. un grupo de muchachos y muchachas de clase media sin afiliación política conocida, levantaran pancartas y reclamaran contra la impunidad indicaba que algo estaba cambiando en el panorama social y político del país.
La preservación del Parque Nacional de Los Haitises se convirtió en la lucha más emblemática del nuevo movimiento social dominicano. Desde entonces, el liderazgo se ha ido definiendo y sumando apoyo de otros grupos de cortes más tradicionales, como son las estudiantiles de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el Foro Social Alternativo.
Nuevo liderazgo
Elizabeth Mateo es una de las caras del nuevo movimiento social. Es la presidenta de “Toy Jarto, Pero creo en mi País”. Ve la política como una actividad de servicios y cree que los políticos deben representar al ciudadano, no suplantarlo. Por eso apuesta al relevo generacional.
“Queremos que se entienda que debemos ser consultados para la toma de decisiones, que nosotros los ciudadanos somos los gobernantes, y los que han sido elegidos son empleados de los ciudadanos. Una política renovada no es posible sin relevo generacional”, apunta.
Para ella “la renovación política implica la capacidad de los líderes de comprender que el ciudadano puede hacer política son los políticos y sin afiliación partidaria y expresar sus ideas sobre los asuntos públicos y trascendiendo del panorama electoral hacia el panorama permanente de participación política, porque la política electoral ya no es suficiente. El voto es solo el inicio de la fiscalización ciudadana, y vamos encaminados hacia una ciudadanización de la política”.
Una renovación de liderazgo político compartida por María del Mar Mella, la cara más conocida de La Revuelta, movimiento cuyo principal mentor apunta a ser el cantautor Víctor Víctor.
Con firmeza se declara una convencida de que el cambio social es posible, aunque en su momento ha rehusado, desde La Revuelta, por el rechazo a procesos electorales, impulsando la jornada conocida como “La Otra campaña”.
¿Indignados criollos?
El abogado álvaro Caamaño, uno de los activistas más visibles, tiene algunas diferencias en torno a lo que es el movimiento de los indignados a nivel global.
Observa que el movimiento de los indignados a nivel mundial se ha caracterizado por las grandes ocupaciones de plazas y hasta ahora no se les ve un objetivo definido, y en cambio, en el caso dominicano, sí hay objetivos y metas.
“Hemos tenido una ética en el trabajo. No atacamos ni acusamos por acusar a ninguna persona ni a ninguna institución sin tener las pruebas de lo que decimos. Y cuando tenemos las pruebas actuamos porque pensamos que sería una irresponsabilidad no actuar y quedarnos callados”, apunta.
Son el futuro
Para Manuel María Mercedes, presidente de la Comisión nacional de los Derechos Humanos, la nueva cara del movimiento social es el futuro. “Hay que apoyarlos en sus ideas y luchas”, dice. l
Clientelismo y dádivas adormecen a las masas
Para el sociólogo Ramón Tejada Holguín, uno de los grandes problemas que confronta el movimiento social dominicano en los últimos tiempos es el clientelismo que se promueve desde el Estado y los propios políticos.
A su juicio, en República Dominicana no se han producido grandes manifestaciones de indignados, como ha sucedido en otras partes del mundo, debido a que la gente se ha adormecido en espera de las dádivas del Gobierno y de los políticos.
Señala que el costo de las protestas sociales es muy elevados, lo que las hace insostenibles en un país de grandes dificultades económicas.
Contestatarios
María del Mar Mella
Activista de la revuelta
Crecí conociendo los problemas sociales del país a través de los trabajos periodísticos de mi madre. Vi cómo reprimieron a los que participamos en “La Otra feria”. Creo en un mundo mejor y posible.
Alvaro Caamaño
Abogado
Hemos tenido logros significativos, pues hemos incidido en temas que son transversales para la vida institucionaldel país. Los Haitises están en la conciencia social por nuestra lucha, así como el 4% por la educación.
Elizabeth Mateo
Presidenta de Toy Jarto
El hecho de que seamos clase media no nos invalida para reclamar. Veremos en lo adelante la expansión y el crecimiento de un movimiento social y político que va a tener grandes logros, porque se han unidos sectores que eran antagónicos.
