Los fabricantes de calzados de las micro, pequeñas y medianas empresas tienen de frente una excelente oportunidad para ofertar sus productos al Estado a través de las licitaciones que realiza el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie).De hecho, la demanda existente de zapatos para los estudiantes que el Gobierno beneficia ha provocado una reactivación de las asociaciones de Productores de Zapatos de Moca, de Santiago, de San Francisco de Macorís y del Distrito Nacional, luego de enterarse del tema. Esas organizaciones mostraron interés en el negocio y se espera que trabajen a todo vapor, primero para pasar las pruebas de los concursos o licitaciones y luego para mantener la constancia en el abasto.
La información la ofreció el director ejecutivo del Inabie, René Jáquez Gil, entrevistado en el Desayuno Económico de elCaribe, junto a tres de sus colaboradores. El funcionario dijo que descubrió que el país tiene apenas tres tenerías, que estaban exportando la piel de res salada. Luego, República Dominicana recibía calzados con sello extranjero (de Colombia, de Brasil y de México, entre otras naciones) pero con materia prima dominicana. Actualmente parte de esas tenerías trabajan la piel para poder ofertarlas a los fabricantes que ganen las licitaciones.
“Se analizó la capacidad que tienen los fabricantes y mandamos a diseñar un zapato de piel, como nunca antes se hizo. Estamos ayudando a desarrollar la industria local”, dijo Jáquez Gil.
Según sus expresiones, Bienestar Estudiantil necesita que antes de terminar el año escolar se logren avances importantes en la parte de calzado. “El país gana muchísimo con eso, porque ya tenemos todos los zapateros activados esperando esa licitación. Ya nosotros salimos ahora con 14 lotes de zapatos”, apuntó.
El Inabie funcionaba, hasta llegar el gobierno de Danilo Medina, como una dependencia del Ministerio de Educación (era una dirección general) con la única función de distribuir los alimentos del desayuno escolar y tenía otras funciones orientadas a mejorar la calidad de los estudiantes, supliéndoles algunas atenciones de salud. Con la actual gestión gubernamental se hizo valer lo establecido en la Ley Orgánica de Educación, en su artículo 177, que establece que “debería existir un instituto de bienestar estudiantil descentralizado y con tareas específicas. Todas ellas con la función general orientada a apoyar a los estudiantes del sector público, especialmente los de zonas más vulnerables del país. Es así como el Inabie es actualmente una institución autónoma y descentralizada, adscrita al Ministerio de Educación, que asumió todos los programas de alimentación escolar, de salud estudiantil, servicios sociales estudiantiles y fomento de actividades culturales, entre otros.
Alimentación es una prioridad
El presupuesto del organismo para este año es de RD$6,800 millones, pero en términos reales el monto alcanza los RD$9,000 millones, si se toma en cuenta que maneja fundamentalmente los programas de alimentación escolar, de salud y nutrición estudiantil y de útiles escolares (zapatos, mochilas, pantalones, camisas y medias). La institución no tiene nada que ver con textos escolares, según aclaró su director ejecutivo. Para eso existe una unidad especializada en el Ministerio de Educación.
En términos concretos, la descentralización del Inabie está avanzada en un 90% (debido a que el proceso para que tuviera esa condición es reciente). Por eso, los gastos operacionales, es decir, de nómina, de telefonía fija y de mantenimiento de vehículos están a cargo del Ministerio.
Del presupuesto de RD$6,800 millones recibido por el Inabie, el 92% va destinado a alimentación escolar y lo restante a otros programas que maneje el organismo. “Por ejemplo, la parte de uniformes y mochilas representa unos 700 millones de pesos. Los otros programas, de salud y nutrición, copan una proporción menor de dinero. “De cara al año 2014 nos hemos propuesto cuadruplicar el presupuesto para estos programas y al mismo tiempo esto conlleva generar un proceso interno de los programas, a los fines de lograr que el impacto sea mucho mayor en la población estudiantil dominicana”, sostuvo el director ejecutivo del Inabie. El funcionario estuvo acompañado en el encuentro de Nelson de los Santos, subdirector técnico de la institución; José Missael María, director de Comunicaciones, y Miguel Ledesma, de Relaciones Públicas.
Los programas de salud del Inabie impactan en 300 mil estudiantes, pero en términos globales son 1.4 millones los beneficiarios de la educación básica y media. En eso se incluyen las raciones diarias de alimentos.
En salud visual hay varios proyectos piloto, uno de los cuales está en la zona fronteriza. La aspiración es abarcar el país en tres años.
130 panaderías del país suplen el desayuno
El Inabie licitó toda la leche y jugo que se consume en el programa de alimentación escolar, en un proceso que, según el director del organismo no generó ruido. El 60% de la leche empleada en el desayuno escolar es de procedencia nacional, según informó. El funcionario planteó que desde el Gobierno existe un mayor acercamiento hacia el sector agropecuario, con el fin de incorporar una serie de rubros locales a la dieta escolar. Entre esos productos están los plátanos, batata y auyama. Dentro del programa de alimentación escolar hay tres modalidades: La urbano-marginal (diseñado para los centros urbanos del país); la modalidad para la zona rural y otra para la zona fronteriza. Se adecua la alimentación a las costumbres de las regiones. En rural se incluye plátano, salami y huevo.
Esquema
En el sistema de jornada extendida, en el país están funcionando unas 750 escuelas, que impactan unos 180 mil estudiantes.
Escolar
El Inabie realizó recientemente una licitación para adquirir todas las galletas fortificadas utilizadas en el desayuno
