La Inmobiliaria

Se habla de sectores vitales para el desarrollo económico y social. Se enfatiza en crear las condiciones para alcanzar los objetivos en esas áreas. Conexas con las mismas, hay instituciones o departamentos que pueden contribuir a ese propósito,…

Se habla de sectores vitales para el desarrollo económico y social. Se enfatiza en crear las condiciones para alcanzar los objetivos en esas áreas. Conexas con las mismas, hay instituciones o departamentos que pueden contribuir a ese propósito, pero no hacen lo que se espera.

Si hablamos de inversiones, sea en el sector que lidera la economía, el turismo, o el agropecuario, que es fundamental para su sostenibilidad, se requiere de la necesaria seguridad de la que hablamos todos, pero hay detalles que le deben dar el tinte de certidumbre. Cuando se habla de seguridad generalmente se piensa en las calles y la estabilidad institucional. Ahora pensamos en la seguridad en los negocios vinculada a la confianza que requieren los inversionistas.

Si se va a desarrollar una industria, un hotel, explotar una mina, por ejemplo, hay que considerar el estatus de la tierra, y necesariamente miramos hacia una entidad clave, la Jurisdicción Inmobiliaria, una dependencia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), esencial como generadora de confianza para imprimir dinamismo a la inversión.

Es una entidad en la cual muchos han apostado, pero lamentablemente no termina de llegar al punto deseado. Por eso el pedido contenido en las conclusiones del XVI Encuentro Nacional de la Junta Agroempresarial (JAC), que, como debe ser, ha valorado la importancia de fortalecer el régimen de registro y titulación de las tierras como pieza clave para los negocios.

La Jurisdicción Inmobiliaria está en la agenda de mejoría de la SCJ, pero el tema no concluye. El Poder Judicial no tiene los recursos económicos necesarios. Falta también más calificación del recurso humano para mejorar el desempeño, para perfeccionar los procesos de registro y titulación de los bienes inmuebles.

Pero hay fallas que no tienen razón de ser, que sólo se explican por debilidades de la gestión misma de la Jurisdicción Inmobiliaria. Errores en los levantamientos catastrales, en las sentencias; errores materiales cuando se emiten títulos. En fin, fallas que obligan a mirar hacia el recurso humano.

La Jurisdicción Inmobiliaria debe ser una piedra clave para afirmar el despegue económico del país.

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