Taiwán y China Continental siguen progresando en la ampliación y profundización de sus relaciones bilaterales. Superadas las tensiones del pasado, han fortalecido sus vínculos mediante el Intercambio a través del Estrecho de Taiwán. Los chinos, de uno y otro lado del estrecho, han sabido desarrollar esos nexos sin desconocer las realidades políticas que los separan.
Recién en junio suscribieron el último de los acuerdos mediante los cuales China Continental abrirá 80 subsectores de servicio a Taiwán, mientras que Taiwán abrirá 64 subsectores de servicio. Los taiwaneses ven una nueva oportunidad para ampliar su presencia en el mercado continental. Lógicamente, eso ha sido objeto de atención en el mercado más pequeño y en los países y empresas que operan ahí. Lo mismo ha pasado con los ciudadanos taiwaneses inquietos por pérdidas de oportunidades laborales. Sin embargo, el acuerdo no implica una apertura para los trabajadores chino-continentales.
Se dirá que los chinos se entienden muy fácilmente porque hablan mandarín, y tienen un origen común, pero la realidad es que después del establecimiento de la República China en Taiwán ha sido necesaria mucha persistencia, paciencia, lo que abunda en su cultura, para llegar donde están ahora después de la apertura inicial de la década de los 80. También han sido importantes los factores políticos y económicos globales y la muy característica coyuntura que se viven en cada lado del Estrecho.
¿A qué viene todo esto, tan lejos que están las dos China? En la comprensión de que para crear un clima de negocios entre países cercanos, aún entre aquellos diferentes, pero unidos por la proximidad y la frontera que al mismo tiempo los separa, no importa que hablen diferentes lenguas, y que incluso protagonizaran momentos muy difíciles en el pasado no muy lejano, tienen que convencerse de que están obligados a entenderse.
Y debe ser sobre la base de la conveniencia recíproca, esencialmente en materia de negocios y en todo lo que coadyuve a un clima adecuado de convivencia, bajo el reconocimiento de las leyes y normas constitucionales de cada país. Hay muchas posibilidades en la isla. Sólo debemos confiar de uno y otro lado.
