Interpol emite «código rojo» contra 6 miembros de la FIFA por corrupción

PARÍS (AP) — Interpol puso el miércoles a seis hombres vinculados a la FIFA en su lista de personas más buscadas al emitir una alerta internacional contra dos ex directivos de la FIFA y cuatro empresarios de marketing deportivo…

PARÍS (AP) — Interpol puso el miércoles a seis hombres vinculados a la FIFA en su lista de personas más buscadas al emitir una alerta internacional contra dos ex directivos de la FIFA y cuatro empresarios de marketing deportivo por cargos que incluyen corrupción y asociación criminal.

Dos de los hombres, el ex vicepresidente de la FIFA Jack Warner, de Trinidad y Tobago, y el paraguayo Nicolás Leoz, ex miembro del comité ejecutivo del organismo y ex mandamás de la Conmebol, fueron detenidos en sus respectivos países. Warner fue puesto en libertad y Leoz está actualmente bajo arresto domiciliario. Los «códigos rojos» suponen que pueden ser apresados en cualquier lugar al que viajen.

Otros mencionados por Interpol eran los argentinos Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkins, acusados de pagar más de 100 millones de dólares en sobornos por derechos de medios y comerciales para torneos de fútbol, así como José Marguiles, un directivo brasileño del sector de los medios. Se desconoce el paradero de los Jinkins y Burzaco.

La noticia llegó al día siguiente de que Joseph Blatter anunciara que renunciará a la presidencia de la FIFA en medio de un creciente escándalo de corrupción.

Cae Blatter en medio de la crisis 

Después de sobrevivir a toda clase de escándalos y batallas políticas, ni siquiera Joseph Blatter pudo salvarse de la peor crisis en la historia de la FIFA.

Blatter, reelegido el viernes a un quinto período al mando del organismo rector del fútbol mundial, anunció el martes que dejará el trono en medio de un escándalo de corrupción y sobornos que toca a las puertas de su propio despacho.

En vez de consolidar su poder como en otras ocasiones, su reelección sólo avivó las críticas de parte de colegas, patrocinadores, atletas y fanáticos que apuntan el dedo a Blatter como responsable por el escándalo que atraviesa la organización a cargo del deporte más popular del planeta.

«Atesoro a la FIFA más que nada, y quiero hacer lo mejor por la FIFA y por el fútbol», dijo Blatter en una conferencia de prensa convocada de última hora, en la que dijo que en los próximos meses se realizará una elección especial para reemplazarlo.

El punto final a su reinado fue la investigación de Estados Unidos que produjo la semana pasada el arresto de siete dirigentes de la FIFA, entre 14 acusados en total, y que cada vez cierra más el cerco alrededor del dirigente suizo de 79 años.

Después de cuatro décadas bajo el mando de Blatter y su mentor, Joao Havelange, el anuncio deja a la FIFA sin su líder autocrático y frente a un panorama turbio. Y pone en marcha una lucha de poder mientras se intensifican las pesquisas criminales.

Un Blatter desencajado y serio leyó un comunicado en francés antes de salir de la sala sin contestar preguntas.

Fue un giro de 180 grados con respecto al talante desafiante que lució en la misma sala al restar importancia a las preguntas sobre la manchada reputación de la FIFA y la posibilidad de que las autoridades estadounidenses estuviesen tras su cabeza.

La acusación del Departamento de Justicia estadounidense detalla, entre otros delitos, aparentes sobornos por 10 millones de dólares pagados desde una cuenta de la FIFA a dirigentes que votaron por Sudáfrica como sede del Mundial de 2010. Informes de prensa publicados el lunes por la noche trazaban una línea directa de complicidad hasta la plana mayor de la FIFA, incluso salpicando a Blatter.

«Sabemos que en las últimas 48 horas estuvo pensando sobre el futuro, y quizás eso sucedió en las últimas horas, y esto le dio la certeza», dijo a la AP Walter Gagg, un asesor de Blatter, en una entrevista telefónica.

«Almorcé con él ayer (lunes). Estaba relajado, estaba bien», agregó. «Tuvimos una muy buena reunión temprano por la mañana (martes). Luego llegó toda la información desde Estados Unidos con esto y aquello».

El ángulo de Sudáfrica amenaza con empañar los recuerdos de una candidatura que contó con el respaldo de Nelson Mandela, quien visitó Zúrich para la votación en 2004. Blatter siempre dijo que ese campeonato sería su principal legado, y fue un torneo que cimentó su respaldo entre las federaciones africanas, que le ayudaron a ganar la votación del viernes.

El martes, a Blatter ya no le quedaba nada del entusiasmo que exhibió cuando ganó la elección 133-73 ante el príncipe Alí bin al-Hussein de Jordania, quien de inmediato debe ser considerado como uno de sus posibles sucesores junto con el líder de la UEFA, Michel Platini.

«Este mandato parece que no cuenta con el respaldo de todo el mundo del fútbol», dijo Blatter. «La FIFA necesita una profunda restructuración».

Las elecciones deben realizarse entre diciembre y marzo.

El príncipe Alí no se comprometió a volver a candidatearse.

«Estoy al servicio de todas las federaciones nacionales que quieren un cambio, incluyendo todas aquellas que tienen miedo de hacer un cambio», dijo el príncipe Alí en una entrevista con CNN.

Platini clamó por la renuncia de Blatter la semana pasada antes de la votación. El martes, el líder del fútbol europeo elogió a su otrora mentor.

«Fue una decisión difícil, una decisión valiente, y la decisión correcta», dijo el francés, quien tiene planificada una reunión con el alto mando de la UEFA esta semana en Berlín, donde el sábado se jugará la final de la Liga de Campeones.

En los próximos meses, probablemente ocurran más arrestos en el caso de corrupción, por el que ya fueron arrestados siete dirigentes de la FIFA —todos de las regiones de la CONCACAF y la Conmebol— incluyendo dos vicepresidentes de la FIFA y un miembro del comité ejecutivo.

«Evidentemente no hay que ser demasiado inteligente para darse cuenta que algo pasó en estos días como para que impulsarán al presidente de FIFA a tomar una decisión de esta naturaleza», dijo el vicepresidente de la Conmebol, Wilmar Valdez. «Lo que sí estábamos convencidos que a corto u a largo plazo la presidencia de Blatter no iba a resistir. La FIFA necesitaba cambios y ahora hay que ver cómo se acomodan las piezas».

Las autoridades estadounidenses declinaron formular comentarios sobre la renuncia. La fiscalía suiza dijo que Blatter no es investigado en ese país, aunque las autoridades señalaron la semana pasada que abrieron una pesquisa criminal sobre el proceso que otorgó los mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Catar, respectivamente.

La salida de Blatter deja a Rusia sin un poderoso aliado, y sin duda provocará cierta incertidumbre en Catar, que encara sus propios problemas por señalamientos de compra de votos y violaciones de derechos laborales.

La decisión de 2010 de otorgar los mundiales a esos países ha sido ampliamente criticada, y un nuevo presidente podría querer reevaluarla.

En sus últimos meses en el cargo, Blatter dijo que iba a poner en vigor las reformas que prometió en 2011 durante un escándalo previo de corrupción, pero que nunca lograron los cambios necesarios.

«Ya que no seré candidato, ahora soy libre de las ataduras que imponen las elecciones, y puedo concentrarme en impulsar reformas abarcadoras y fundamentales para trasciendan nuestros esfuerzos previos», afirmó.

Entre los posibles cambios están la imposición de un límite a los períodos del presidente y los miembros del comité ejecutivo; un comité ejecutivo más pequeño elegido por todas las federaciones miembro de la FIFA y no sólo por regiones; y supervisión más estricta sobre los funcionarios.

Blatter volvió a culpar a sus colegas del comité ejecutivo por los escándalos.

«El comité ejecutivo incluye a representantes de las confederaciones a quienes no controlo, pero la FIFA es responsabilizada por esas acciones», indicó.

Blatter también era un veterano miembro del Comité Olímpico Internacional.

«Respetamos mucho esta decisión del presidente Blatter de renunciar y poner en marcha las reformas necesarias, y dar paso a un nuevo liderazgo en la FIFA que propulse estos cambios», dijo el presidente del COI, Thomas Bach, según un comunicado.

Blatter llegó a la FIFA en 1975 como director técnico de desarrollo de proyectos, y fue ascendido a secretario general en 1981. Durante 17 años, fue la mano derecha del brasileño Joao Havelange, antes de ser elegido como presidente en 1998.

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