Inventario saludable

“Hace 50 años, sin avisar, mis padres empacaron todo en un camión, hicieron una mudanza con toda la familia a una comunidad cercana, por un conflicto con un pariente muy cercano. Vivimos, a raíz de este cambio, en diferentes regiones del país,&#8230

“Hace 50 años, sin avisar, mis padres empacaron todo en un camión, hicieron una mudanza con toda la familia a una comunidad cercana, por un conflicto con un pariente muy cercano. Vivimos, a raíz de este cambio, en diferentes regiones del país, por lo que no sé al día de hoy cómo decirles cuál es mi lugar de origen.”. Este es uno de los casos que tuve la oportunidad de escuchar en una reunión familiar, en la cual estaban reunidos miembros de 4 generaciones, con la intención de, precisamente, subsanar conflictos que llevan décadas en dichas familias, considerando que ya era tiempo de que las generaciones más jóvenes no siguieran arrastrando con estas cosas, de las cuales ellos no tienen la culpa.
Un pariente, quien ya tiene 50 años, expresó todo lo que ha conllevado a su vida el rechazo de su padre hacia él; otro manifestó cómo entre él y otro pariente, desde niños, se había dado una situación de rechazo y cómo le afectó en el desenvolvimiento cotidiano durante toda su vida. Hicieron referencia de situaciones de 60 o 70 años atrás, las cuales han traído diferencias a generaciones posteriores, como distanciamientos, resentimientos, al punto de que siendo todos cercanos apenas se conocen.

Estas son las cosas por las cuales me he dedicado al trabajo de fortalecer nexos y corregir problemas dentro de los hogares, donde no me he cansado de repetir cómo, hasta tanto los mismo no sean sanados, no podremos ver los cambios necesitados dentro de una sociedad.

Por todo esto, es oportuno tomar este ejemplo. Y como estas familias, sentarse a la mesa y hacer lo mismo, tratando de, así como se limpia una casa, sacando escombros, también limpiar el interior de los individuos de cosas que por años hemos arrastrado y de las cuales no somos responsables.

Para terminar, un ejemplo: Existía una familia que siempre cortaba la cabeza del pez para freírlo, y, 5 generaciones después, una niñita preguntó a la madre por qué lo hacían, a lo que ésta no supo responder, tampoco la abuela, ni la bisabuela, y, finalmente, la tatarabuela respondió sonriente: “Éramos muy pobres. Como en la sartén que teníamos no cabía la cabeza del pez, siempre teníamos que cortarla.”

¿Te has preguntado cuáles cosas ni siquiera sabes por qué las haces y que pueden estar dañando tu vida? Reflexionemos.

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