El joven profesional con un empleo adecuado y una familia por mantener. Logró acumular unos ahorros y con el inicial para un crédito hipotecario compró un apartamento. El financiamiento es de un millón de pesos, por el cual paga una cuota mensual de RD$21,000.
El progreso como empleado le ha permitido, junto con su esposa, acumular un ahorro importante, ya tiene RD$1.1 millón depositado en su cuenta de ahorros. Todo con base en el sacrificio, pues ya saben que paga RD$21,000 mensual de préstamo, más los gastos normales de una familia.
Recientemente este joven profesional fue a onde su agente bancario y le dijo que deseaba abrir un certificado de inversión de un millón de pesos, sobre el cual le informaron que la tasa más atractiva es de 9% anual siempre que deposite por dos años sin derecho a retirar el valor antes del plazo.
Es decir, el ahorro de un millón de pesos le puede generar una renta mensual de RD$7,500. Sin embargo, su crédito bancario le representa un cobro de intereses de RD$21,000. Casi el triple.
No lo pensó dos veces. Fue al banco, tomó el millón de pesos de ahorros y pagó en crédito bancario, sobre el que todavía le quedaban seis años para pagar.
Ahora el joven profesional está ahorrando todos los meses los mismos RD$21,000 que pagaba de intereses y espera acumular un ahorro de RD$1.5 millones en los seis años que le faltaban por pagar.
El préstamo era por un plazo inicial de 10 años, ya tenía cuatro años pagando la renta mensual y todo era intereses, apenas había bajado el capital en menos de RD$80,000, todavía debía casi por completo el capital de un millón de pesos.
Fue una decisión inteligente. Sólo es preciso tener fuerza de voluntad para ahorrar, guardar parte de lo poco que le sobre de sus ingresos, no hacer gastos innecesarios y cuando reduzca sus compromisos, hacerse de cuenta que siguen igual, pero en lugar de pagar una renta, deposita el mismo monto en su cuenta de ahorro.
Esa es una buena forma de acumular riqueza; no se trata de hacerse rico, sino de acumular riqueza, lo cual ofrece una gran tranquilidad, al menos en el aspecto económico. l
