El doctor Iván Grullón se juramentó ayer como nuevo rector de la UASD y se comprometió a rescatar la imagen de la academia y a unificar a la familia universitaria.Al asumir la rectoría, Grullón dijo que hará una gestión sin rencores ni retaliaciones, y como adelanto tuvo el gesto de tenderle un “ramo de olivo” a las pasadas autoridades, señalando específicamente a la exvicerrectora administrativa Emma Polanco. “Más adelante, cuando bajen las aguas, espero contar con la colaboración de las pasadas autoridades, con la experiencia del rector saliente”, subrayó.
Mientras que el rector saliente, Mateo Aquino Febrillet, se mostró en la disposición de trabajar con las nuevas autoridades.
Junto a Iván Grullón asumieron también los cuatro vicerrectores, los nueve decanos y vicedecanos, así como los directores de los 18 centros y recintos de la UASD.
El acto de juramentación se llevó a efecto pasada las 10:00 de la mañana de ayer, en el nuevo salón del Consejo Universitario, ubicado en el noveno piso de la torre administrativa, donde funcionaba la rectoría de Mateo Aquino Febrillet.
En la ceremonia solo estuvieron presentes las autoridades electas, las pasadas autoridades y los demás miembros del Consejo Universitario.
Iván Grullón
Iván Grullón es nativo de La Vega. Se graduó de licenciado en Lenguas Modernas en la UASD, en 1974, y en Servicios Internacionales, en la UNPHU.
Posee una Maestría en Letras de la Universidad de Provenza, Francia, en 1976, y un doctorado en Literatura Moderna Contemporánea, en la misma universidad francesa, en 1980. Tiene más de 30 años como docente de la UASD. Grullón formó parte de la “Rebelión de los Cadetes”, durante la Revolución Constitucionalista de 1965.
Las nuevas autoridades dirigirán por cuatro años
El nuevo rector es el primero en dirigir la UASD por cuatro años, luego de la reforma estatutaria aprobada por el Claustro Mayor el 25 de enero de 2012. Dicho Claustro también aprobó que ni el rector ni ninguna otra autoridad electa de la UASD pueda reelegirse. Antes de la reforma estatutaria, solamente el Rector Magnífico tenía prohibida la reelección.
