Santiago.-Pese al júbilo, los pocos parientes que le quedan a Pedro Quezada, el dominicano radicado en New York ganador del premio de $338 millones del Powerball, lo asumen con cierto recelo y hasta temor.
Aunque hace ya 35 años que salió de la comunidad, donde laboró como profesor de mecanografía, algunos lo recuerdan como un hombre laborioso.
Algunos de los tíos y primos que dejó en su comunidad natal se niegan a conversar con reporteros, ante el temor de que pueda ser aprovechado por criminales que intenten tomar acciones.
La única que decidió hacer pública su alegría es Ileana Quezada, sobrina de Pedro Quezada.
“Me sentí bastante bien y muy contenta, porque la alegría de ellos es la misma mía y la de nuestros familiares”, expresa Ileana al hablar con reporteros de citysantiago.com
Aunque recibió una primera llamada de uno de sus tíos, Ileana dijo que llegó a dudar, peor cuando lo escuchó en los noticieros entonces pudo confirmarlo y hasta lanzó un grito de alegría.
Más que ser agraciada y recibir una parte de dinero, la dama solo espera poder viajar hacia Estados Unidos y felicitar personalmente a su tío.
Pedro Quezada se presentó el pasado martes a la sede de Lotería de Nueva Jersey para reclamar oficialmente el premio con su esposa, Inés.
Pedro dijo que todavía no sabe qué va a hacer con el dinero.
Funcionarios de la lotería dijeron que Quezada había decidido aceptar las ganancias en la forma de una suma global equivalente a un valor de $221 millones, o alrededor de $152 millones después de impuestos.
