Santiago.-El Servicio Jesuita a Migrantes de la Subregión Caribe celebró un encuentro donde analizaron la realidad de las personas en situación de vulnerabilidad.
Con tema “Debilidades y fortalezas de las políticas migratorias de América Latina y el Caribe”, representantes de 19 países, debatieron, intercambiaron experiencias y analizaron de las distintas realidades que tienen estas personas en situación especial.
Precisaron que Haití es uno de los países que genera mayor flujo de personas en situación de vulnerabilidad debido al proceso de deterioro de las condiciones de vida agravadas por el terremoto del 2010, la debilidad institucional del Estado y al escaso resultado de la ayuda internacional post terremoto.
Ante esta realidad, hicieron un llamado al gobierno y a la sociedad haitiana para que asuman un rol más activo y se e involucren en el proceso de reconstrucción del país. Al tiempo que solicitaron a la Comunidad internacional cumplir con las promesas de ayuda hechas a Haití.
“En todos los países los migrantes haitianos se enfrentan a problemas derivados de la falta de documentación, esta situación es un obstáculo mayor de cara a la obtención de la regularización de su status migratorio”, expusieron.
Como resultados de los debates, los delegados de Haití, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Estados Unidos y Canadá concluyeron que la región está caracterizada por una multiplicidad de flujos de migrantes forzados y en situación de riesgo. En ese sentido destacaron los casos de Haití, Colombia y Centroamérica, además del flujo de dominicanos hacia Puerto Rico y de cubanos hacia Ecuador.
Con relación a las medidas adoptadas tienden a criminalizar la migración, cerrar fronteras y endurecer las políticas migratorias, hicieron un llamado a las autoridades de Estados Unidos y Canadá a que se respete la dignidad de los migrantes y se reconozcan sus aportes culturales, económicos y sociales. “Hacemos un llamado a todos ellos, a la sociedad civil y a los organismos internacionales para que cooperen con el objetivo de implementar políticas migratorias coordinadas que faciliten flujos legales y justos de migrantes entre las naciones”.
Los delegados del Servicio Jesuita a Migrantes de la Subregión Caribe reiteraron su compromiso de servir a las personas migrantes más vulnerables y a sus familias.
