La historia que trae consigo esta imagen, sin dudas sorprende a cualquiera. Y es que la violencia domestica está al asecho, a la orden del día, dispuesta a atacar a quien sea: rico, pobre, niño, joven, anciano… Y esta fue temática que la fotógrafa Jodi Bieber dejó plasmada en su fotografía: una mujer afgana –de 8 años- con la nariz y las orejas mutiladas por su marido como castigo por abandonarlo.
«Es una imagen increíblemente fuerte. Envía un mensaje potente al mundo sobre el 50 por ciento de la población que son mujeres, tantas de las cuales viven en condiciones miserables, sufriendo violencia. Es fuerte porque la mujer parece tan digna, como un icono», ha manifestado Ruth Eichhorn, una de las juezas, en un comunicado.
El nombre de la joven es Bibi Aisha, oriunda de la provincia afgana de Oruzgan, quien dejó a su marido por violencia doméstica. Un comandante talibán ordenó que se enfrentara a la justicia y su marido le cortó la nariz y las orejas. Aisha vive ahora en Estados Unidos, donde se ha sometido a una cirugía reconstructiva.
“Ésta podría volverse una de esas fotografías, y quizá tenemos unas 10 en nuestras vidas, donde si alguien dice ‘sabes, la fotografía de esa muchacha’, uno sabe exactamente de qué se está hablando”, dijo el presiente del jurado del World Press Photo, David Burnett, fotoperiodista y miembro fundador de Contact Press Images.
La fotografía destaca también por su similitud con la emblemática imagen de National Geographic, de 1984, de una hermosa afgana con una mirada penetrante.
El 23 de abril próximo comenzará en Amsterdam, Holanda, una gira mundial de las fotografías ganadoras del World Press Photo que pasará por España, México, Ecuador, Chile, Estados Unidos y Canadá, entre otros países.
