Un tribunal de Higüey aplazó hasta el miércoles el conocimiento de la medida de coerción contra Oscar Rochell Cordones, detenido por planificar el secuestro y asesinato de su padre.
A Rochell Cordones, conocido como Pedrito, de 27 años de edad, se le imputa el haber contratado a los presuntos sicarios Richard de los Santos Martínez, Melvin Antonio Cedeño, Félix Manuel Cabrera (El Bizco) y Melvin Anderson para ejecutar el secuestro y asesinato de su padre, el empresario Oscar Rochell Domínguez, de 71 años de edad, con la intención de heredar parte de sus bienes.
Edwin Rijo, juez de Atención Permanente de Higüey, suspendió ayer el conocimiento de la audiencia para permitir que los abogados de los imputados puedan estudiar las piezas acusatorias presentadas por la Fiscalía, que solicita tres meses de prisión preventiva contra los cinco imputados como medida de coerción.
Previo a la audiencia, Rochell Domínguez identificó a los cuatro supuestos sicarios como las personas que lo secuestraron el pasado 29 de julio y posteriormente lo obligaron a entregarle RD$100 mil en efectivo.
El fiscal de Higüey, Lucas Pérez, afirmó que los cinco imputados fueron apresados luego de un trabajo de investigación de parte de las autoridades provinciales.
De acuerdo a la Policía Nacional, Rochell Cordones, contrató a los presuntos sicarios que secuestraron a su padre de su residencia, ubicada en la calle Doctor Balaguer, número 20, del sector San Pedro, en Higüey.
“El grupo, utilizando armas de fuego, trasladó al secuestrado en una yipeta marca Toyota, color azul, a unos matorrales, donde lo obligaron a entregarle cien mil pesos, un bulto conteniendo varios títulos de propiedad a nombre del empresario y un celular marca Samsung”, sostuvo la uniformada.
Indicó que Rochell Cordones contrató a uno de los presuntos delincuentes que subcontrató a los otros tres, pero que al secuestrar a Rochell Domínguez, le perdonaron la vida a cambio del pago de RD$100 mil y otras sumas futuras que la Policía no especificó, en giros que tendría que hacer a uno de los imputados a través de una agencia de envío de valores.
La Policía asegura que el imputado De los Santos Martínez se autoinculpó: “Él (Rochell Cordones) nos dijo que el señor (el secuestrado) era su padre y que quería que lo matáramos para cobrar lo que le tocaba de su herencia”.
