Acostumbrado a salir de suplente en el estadio Santiago Bernabéu, Alvaro Morata tuvo que respirar hondo y sentir el escudo de la Juventus bordado en el pecho.Superada la primera impresión, el goleador madrileño marcó —pero no celebró— el gol decisivo del equipo italiano, que disputará contra el Barcelona su primera final de la Liga de Campeones en 12 años tras eliminar al monarca Real Madrid con un empate de 1-1 en el partido de vuelta por las semifinales.
“Es una sensación rara y agridulce: siento emoción porque es un gol importante, pero es una situación difícil para mí”, declaró Morata. “Aquí y en Turín he salido pensando que era un entrenamiento y he tenido que parar un momento y centrarme. Ojalá hubiera marcado contra otro equipo”.
Morata niveló a los 57 minutos el tanto inicial de Cristiano Ronaldo (23) y rescató una igualada de oro para que la Juventus sellara el boleto por global de 3-2 en la eliminatoria, tras vencer 2-1 en el choque de ida en Turín también con gol del exdelantero madridista.
El cuatro veces campeón Barsa había asegurado su presencia en la inédita final la jornada anterior pese a perder 3-2 en cancha del Bayern Munich. La victoria por 3-0 de los azulgranas una semana atrás en su propio estadio garantizó que el astro Lionel Messi esté en disposición de conquistar la cuarta Champions de su carrera.
