Redacción EE.UU (EFE).– El joven abridor Clayton Kershaw vivió una jornada inaugural histórica al lanzar una gran pelota en su duelo con el estelar Tim Lincecum para guiar a los Dodgers de Los Ángeles al triunfo por 2-1 ante los Gigantes de San Francisco, actuales campeones defensores de la Serie Mundial.
Kershaw, que con sólo 23 años y 12 días, se convirtió en el abridor más joven en la historia de los Dodgers, en ganar un partido inaugural desde que lo hizo el zurdo mexicano Fernando Valenzuela, en 1983, domino siete entradas en el montículo para abanicar a nueve bateadores de los Gigantes.
Mientras que el jardinero central Matt Kemp anotó la carrera de la ventaja en la parte baja del sexto episodio en un mal lanzamiento que hizo el receptor de los Gigantes, Buster Posey, para darle al manejador novato de los Dodgers, Don Mattingly, la primera victoria
en su carrera profesional.
Kershaw (1-0) permitió cuatro imparables y dio una base por bolas en su primera salida como abridor en un partido de la jornada inaugural, en la que el propio Valenzuela tuvo el honor de hacer el lanzamiento de honor.
El abridor zurdo de 23 años, que se quedó con el triunfo, pochó a tres de los primeros cuatro bateadores que enfrentó en el primer episodio para llegar a 500 ponches en su carrera como profesional.
El relevista Jonathan Broxton volvió a su puesto de cerrador estelar, que había perdido en la segunda mitad de la pasada temporada, y aunque permitió jonrón solitario en la parte baja de la novena entrada al veterano Pat Burrell, con un «out» en la pizarra, supo mantener el control, asegurar la victoria y lograr el rescate.
Antes que Broxton saliese para sacar los tres últimos «outs» del partido, el relevista taiwanés Hong-Chih Kuo se encargó de trabajar perfecto el octavo episodio para irse sin permitir anotación.
Mattingly, ex primera base estelar de los Yanquis de Nueva York, se convirtió en el primer manejador novato que consigue ganar el partido inaugural de la nueva temporada al equipo defensor de la Serie Mundial, desde que lo consiguió el legendario Lou Piniella, el 8 de abril de 1986, precisamente con los Bombarderos del Bronx, donde él estaba todavía como jugador.
«Ha sido algo muy especial lo que ha sucedido esta noche en el campo tanto por el resultado, como antes por el ambiente, los personajes que se han dado cita y sobre todo la actitud y el gran partido que han hecho los jugadores», comentó Mattingly.
