La certificación de productos orgánicos abre mercados a RD

República Dominicana continúa ganando espacio en la agricultura orgánica, un sector que en los últimos cuatro años (2007-2010)  ha exportado productos por un valor de US$415 millones (unos RD$16,700 millones).

República Dominicana continúa ganando espacio en la agricultura orgánica, un sector que en los últimos cuatro años (2007-2010)  ha exportado productos por un valor de US$415 millones (unos RD$16,700 millones).

La agricultura orgánica en el país comprende la producción de banano, cacao en grano y en polvo, mango, licor y manteca de cacao, chocolate, café molido y en grano (tostado y verde), coco, mango, limones, lechosa aguacate, ají, hierbas aromáticas, berenjena, jengibre y jugo de jagua.

De estos rubros los más importantes, en términos de niveles de producción y venta, son el banano y el cacao, que entre los dos constituyen más del 90% de las exportaciones orgánicas nacionales.

La agricultura orgánica se caracteriza porque en ella no hay aplicación de insumos prohibidos o de la agricultura convencional, como fungicidas e insecticidas y otras sustancias químicas. La agricultura orgánica emplea, por ejemplo, estiércol e insumos orgánicos, como los abonos, bioplaguicidas y biofertilizantes.

En el país existen unas cuatro empresas certificadoras de orgánicos, todas de origen extranjero, con sucursales aquí, que son: Sol y Salud (de Italia); BCS (de Alemania), Control Unión, de Holanda y IMO Caribe, que pertenece precisamente a la región caribeña.

Dentro del renglón café, de acuerdo a informaciones ofrecidas por Rufino Herrera, presidente de la Confederación Cafetalera Dominicana (Concafed), están certificados como orgánicos una parte de los caficultores de Polo, Barahona; los de Pedernales, del Núcleo de Neiba, de la Asociación de Esperanza y los de la provincia Independencia. Mientras, en la parte de mango hay empresas certificadas de Azua, Baní y San Juan de la Maguana, según sostiene el presidente del Clúster de Mango, Rafael Leger. En banano, las principales certificaciones las poseen los productores de la Línea Noroeste.

Las ventajas que genera para un productor tener rubros orgánicos en sus predios se expresan principalmente en que logra un mayor precio por caja y un rendimiento de la productividad, sostienen conocedores del tema.

Certificar una finca puede costar entre dos y tres mil dólares. Cada productor de orgánicos recibe cada año dos visitas de  la agencia certificadora. Para figurar como orgánico, el productor debe tener un certificado de la agencia con la que trabaja, que indique que cumple con los reglamentos de la Unión Europea o para exportar al mercado de Estados Unidos.

“También se hacen auditorías de campo bien documentadas para ver cómo está cumpliendo el productor con la agricultura orgánica. Si se encuentra una distorsión que afecte la integridad orgánica del producto, se pone un tiempo de transición o cancelación automática de la licencia, de uno a tres años.

El productor pasa entonces a un proceso nuevo entrar a la categoría de orgánico”, dijo a El Caribe el ingeniero agrónomo José María Collado Mosquea,  encargado de certificaciones de la empresa Banamiel y enlace entre esa compañía y la certificadora IMO Caribe. 

En el país, según coinciden algunos expertos agrícolas, resulta difícil trabajar en variedades de plátano orgánico, debido a la presencia de sigatoka negra, porque implica usar productos químicos para enfrentar ese mal.

Precio de cada tipo

Los principales receptores de los productos agrícolas orgánicos dominicanos son Bélgica, Holanda, Estados Unidos, España, Alemania, Suecia, Reino Unido, Francia y Japón, de acuerdo a informaciones obtenidas en el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD).

Los productos orgánicos y los convencionales no pueden convivir dentro de un mismo campo o finca, porque puede crearse una “contaminación cruzada”. Necesariamente tiene que haber una separación entre uno y otro y tomarse una serie de medidas.

Los campos tienen que estar divididos a una prudente distancia, según el ingeniero Collado Mosquea. Los precios entre orgánicos y convencional dependen de cada comercializadora, pero lo más frecuente es que el “libre de sustancias químicas” cueste uno o varios dólares por encima por caja, con relación al otro.

Evitan le vendan uno por otro

Cuando del tema de exportación se trata, los compradores internacionales de productos agrícolas tienen la forma de evitar que el productor le venda “gato por liebre”, es decir, que le haga fraude, queriendo pasar un producto como orgánico, cuando en realidad no lo es. En la finca siempre existe personal que verifica todos los insumos que se aplican  y el manejo dado. También los clientes en el exterior realizan análisis de residuos para comprobar la integridad orgánica.

En la República Dominicana más de 3,000 productores y decenas de técnicos han sido especializados en la agricultura amigable al medio ambiente, como forma de potenciar el aspecto orgánico, de acuerdo a informaciones ofrecidas por el Ministerio de Agricultura.

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