Con la renuncia del administrador de Informática de la Junta Central Electoral (JCE), a siete meses de las elecciones, se acaba de producir el primer impasse de trascendencia pública entre los actuales miembros del organismo.
Los avances en la digitalización del padrón electoral, la transmisión remota de resultados, la modernización del centro de cómputos y la ampliación del voto en el exterior, en cuya aplicación se ha involucrado el citado ex funcionario, representan elementos fundamentales para la plataforma operativa de los comicios de mayo de 2012 y por eso ahora se discute si se verán afectados.
Hasta el momento no se había presentado una controversia de esta magnitud en la JCE, desde que el 6 de octubre de 2010 fueron designados allí Roberto Rosario, como presidente, y Rosario Graciano, José Ángel Aquino, Eddy Olivares y César Féliz Féliz, como miembros.
Para aceptar la renuncia del administrador general de Informática, Rosario, Graciano y Aquino votaron a favor, mientras Olivares, que viene de militancia perredeísta, y Féliz Féliz, procedente del reformismo, lo hicieron en contra.
Todos, excepto Graciano, habían pertenecido a una junta muy controversial, llena de enfrentamientos internos, contrario a lo que ha trascendido en el último año.
El retiro de Miguel Ángel García como consecuencia de una crisis por la definición de funciones remonta a los días de su designación, que también se vio envuelta en un conflicto por duplicidad de funciones.
A Núñez lo nombró en diciembre de 2003 el pleno de la JCE por instrucción de una comisión de seguimiento de las elecciones de 2004, que presidía Agripino Núñez Collado y que buscaba mitigar la baja credibilidad que afectaba al organismo rector de las elecciones, por la forma en que fueron elegidos sus miembros.
Pero en el cargo de director de Informática estaba Franklin Frías y en la JCE había quienes se oponían a que lo desplazaran o que le impusieran a alguien por encima de él. Cuando se presentó la resistencia al nombramiento, la comisión de seguimiento amenazó con retirarse y entonces se produjo un acuerdo. Desde entonces, las diferencias de criterios entre ambos funcionarios permanecieron solapadas, pero, de acuerdo con la carta de renuncia de García, se mantuvieron intactas hasta estos días.
Olivares pide destituir a Frías
Eddy Olivares demandó ayer remover del cargo al director general de Informática, Franklin Frías, para “garantizar la credibilidad de ese importante organismo”. Olivares consideró que la Junta Central Electoral no hizo los esfuerzos necesarios para evitar que García renunciara. Las diferencias entre García y Frías están reflejadas en un correo electrónico que envió el renunciante al presidente del organismo electoral, en el que expresa: “Se me hace imposible el poder complacerle en esta oportunidad, ya que en casi ocho años de intentos, no ha habido un día que él demuestre comprensión, respeto, colaboración profesional y trabajo en equipo con quien suscribe”.
García presentó su renuncia el pasado 26 de septiembre y le fue aprobada por el pleno de la institución comicial el jueves 29. A pesar de que García fijó su dimisión para el 13 de este mes, el pleno de la JCE la hizo efectiva a partir del viernes 30 de septiembre.
Pina lamenta la renuncia
El delegado político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), César Pina Toribio, lamentó ayer la renuncia de García, a quien definió “como un profesional muy dedicado y calificado”. Manifestó que fue un funcionario que en la JCE hizo grandes aportes en todos los avances que puede exhibir hoy esa institución. Sin embargo, rechazó que la transparencia de las elecciones de 2012 se pueda afectar.
