LONDRES— La policía en Londres informó el jueves que está allanando casas de la ciudad en relación con las noches de disturbios.
En tanto, otras ciudades británicas estaban en su mayor parte en calma el jueves después de días de disturbios y saqueos que llevaron al emplazamiento de miles de policías de refuerzo en las calles.
Por su parte, el primer ministro David Cameron lanzó una severa advertencia en el sentido de que el orden sería restaurado por cualquier medio que fuese necesario.
El subcomisionado Stephen Kavanagh informó que los operativos comenzaron en la madrugada y más de 100 órdenes judiciales serán ejecutadas.
La policía ya arrestó a casi 900 personas en la capital inglesa desde que comenzaron las violentas manifestaciones el sábado y 371 han sido acusados.
Hugh Orde, director de la Asociación de Oficiales en Jefe de la Policía, señaló que habrá «cientos de personas más bajo arresto» para cuando termine el día.
Había gran tensión por doquier pese a la ausencia de incidentes graves mientras Cameron pidió al Parlamento suspender su receso de verano para efectuar un debate de emergencia sobre los disturbios más tarde el jueves.
El primer ministro convocó al Parlamento de su receso de verano para un debate de emergencia sobre los disturbios durante el día. Cameron enfrenta la creciente presión para reconsiderar recortes al presupuesto de la policía, que según los detractores se exigirá demasiado a una fuerza que ya no se da abasto.
El primer ministro dijo ante el Parlamento que se están adoptando medidas «decisivas» para frenar la violencia que ha azotado durante cuatro días a las calles de Londres y otras ciudades británicas.
Cameron dijo a los legisladores que «no permitiremos que exista una cultura de temor en nuestras calles».
Cameron prometió que se tomarán medidas fuertes para impedir más acciones de violencia e indicó que «nada debe ser descartado» como el posible uso de cañones de agua y otras medidas.
El primer ministro indicó que el gobierno, la policía y los servicios de inteligencia están observando la manera de colocar límites a las redes sociales como Twitter y Facebook para que no puedan ser usadas para expandir los disturbios.
Por otra parte, Cameron indicó en su mensaje que se trabajará «para impedir que la gente no pueda seguir utilizando las redes sociales para generar el desorden».
Los legisladores asisten a una sesión de emergencia convocada el jueves en el parlamento por Cameron luego de cuatro noches de disturbios violentos en Londres y en otras ciudades britáicas.
Cameron por su parte, afirmó que observarán detenidamente los problemas que provocaron los disturbios.
Por su parte, el viceprimer ministro Nick Clegg indicó que el «debate sociológico» sobre los orígenes de la violencia se realizaría posteriormente.
«Ahora mismo es importante que la gente reciba la confirmación que sus calles ya están seguras, que sus casas ya están seguras y que a la sociedad se le permitirá seguir adelante», indicó Clegg a la emisora de radio de la British Broadcasting Corp.
Reinaba una tensa calma en gran parte de Londres por la noche, con una fuerte presencia policiaca que patrullaba la capital. La Policía Metropolitana informó que algunos objetos fueron lanzados a los agentes en el vecindario de Eltham, pero que el incidente «fue tratado» y un grupo fue dispersado.
Por otra parte, la policía siguió haciendo arrestos relacionados con los disturbios y ahora se reportan 820 detenidos. Los tribunales están repletos las 24 horas para procesar a los presuntos saqueadores, vándalos y ladrones, incluyendo a un niño de 11 años.
Entre los acusados estaba Natasha Reid, una egresada universitaria de 24 años quien reconoció haber robado un receptor te televisión de una tienda de artículos electrónicos que fue saqueada en el norte de Londres. Su abogado indicó que la chica se entregó a las autoridades porque no podía dormir a consecuencia de los remordimientos.
También serán presentados ante la corte varias personas acusadas de utilizar las redes sociales como Twitter y Facebook para incitar a la violencia.
Otras ciudades donde los saqueadores se enseñorearon de las calles durante la semana terminaron la noche casi sin un solo incidente, aunque por primera vez hubo algunos disturbios menores en Gales.
A pesar de que Cameron prometió el miércoles no permitir una «cultura de miedo», las tensiones surgieron en Birmingham, donde se abrió una investigación por la muerte de tres hombres que murieron atropellados por un vehículo cuando intentaban proteger locales del vecindario del saqueo.
«Ellos perdieron la vida por otras personas, haciendo el trabajo de la policía», dijo el testigo Mohammed Shakiel, de 34 años. «No estaban afuera de una mezquita, templo, sinagoga o iglesia, estaban parados afuera de tiendas a las que va todo el mundo. Estaban protegiendo a la comunidad».
Chris Sims, el jefe de la Oficina de Policía de Midlands Occidental, informó que un hombre fue arrestado bajo sospecha de haber cometido un asesinato. La policía recibiría el jueves más tiempo para interrogarlo.
«Necesitábamos responder y la respuesta ya está en camino», dijo Cameron en una declaración sombría trasmitida por televisión desde su oficina en Downing Stret luego de reunirse con la comisión gubernamental que analiza la crisis por los disturbios. El gobernante señaló que «nada se ha descartado» como el uso de cañones de agua, normalmente utilizados en Irlanda del Norte pero nunca en territorio británico. Sin embargo, otros jefes policiales indicaron que no tienen planes de usar los cañones de agua.
La violencia también reabrió el debate por las medidas de austeridad impulsadas por el gobierno conservador y que recortarán 80.000 millones de libras (130.000 millones de dólares) del gasto público para 2015 para reducir el déficit del país.
El gobierno de Cameron ha reducido el presupuesto de la policía como parte de estos ajustes, los cuales podrían significar 16.000 oficiales menos para 2015.
Escenas de tiendas saqueadas, vehículos y edificios quemados han asustado e indignado a los británicos justo a un año de que Londres sea sede de los Juegos Olímpicos.
Las autoridades el fútbol están hablando con la Policía para ver si los partidos del inicio de la temporada de la Liga Premier este fin de semana todavía pueden realizarse en Londres. El partido del miércoles entre Holanda e Inglaterra en el estadio Wembley fue cancelado para tener policías disponibles para controlar los motines.
Los disturbios en Gran Bretaña comenzaron el sábado, cuando una protesta, inicialmente pacífica por un tiroteo en el barrio londinense de Tottenham, degeneró en hechos de violencia. Ese enfrentamiento se transformó en un caos generalizado en Londres y en otras ciudades.
En todo el país, la policía ha arrestado a 1.200 personas, incluyendo más de 800 en Londres, desde que comenzó la violencia en la capital el sábado.
Además, algunos residentes montaron guardias para proteger a sus vecindarios: los sij protegieron su templo en Southall, al oeste de Londres, y unos 1.000 integrantes de extrema derecha han tomado las calles para disuadir a los agitadores.
