La violencia de género

Según las estadísticas de la Fiscalía del Distrito Nacional, de las 40,765 denuncias que recibió en 2010, la mayor parte estaban referidas a violencia contra la mujer, un 22.3 por ciento. Cada vez, más mujeres son víctimas de sus compañeros o prete

Según las estadísticas de la Fiscalía del Distrito Nacional, de las 40,765 denuncias que recibió en 2010, la mayor parte estaban referidas a violencia contra la mujer, un 22.3 por ciento.

Cada vez, más mujeres son víctimas de sus compañeros o pretendientes. Estudios consultados sugieren que un 24 por ciento de las mujeres en edades  entre los 14 y los 49 años, han sufrido abusos, y más de 600 mujeres han sido asesinadas en los últimos años, la mayoría por sus compañeros o ex compañeros.

La violencia contra la mujer y con ella la violencia en el hogar de nuevo estremece a los dominicanos.

Un estudio de Profamilia sugiere que dos de cada tres mujeres han sufrido alguna forma de violencia emocional. Una de cada tres mujeres ha padecido violencia física. Una de cada tres mujeres ha experimentado violencia sexual. Una de cada cinco mujeres ha experimentado abuso sexual durante la niñez.

De acuerdo con la investigación, la mayoría de las agresiones es protagonizada por la pareja. Y en el caso de los abusos sexuales en la infancia, la mayoría de los casos fueron perpetrados por un miembro de la familia o alguien conocido por la víctima.

El estudio refleja que una alta proporción de víctimas mantiene en silencio las agresiones. Asimismo, los mayores riesgos de sufrir violencia están asociados al nivel educativo. A menor nivel de educación, el riesgo de ser victimizada es mayor.

De acuerdo con las estadísticas de la Fiscalía del Distrito Nacional, las sentencias son mínimas en estos casos. Las denunciantes no les dan seguimiento y menos los fiscales. Y cuando hay sanción, algunas mujeres se expresan arrepentidas por la pérdida de ingresos en el hogar.

De modo que se trata de un serio problema, con raíces sociales e históricas, que habrá de ser desentrañado con políticas adecuadas. Un asunto complejo que debe implicar  a muchos actores de instituciones públicas. Justicia, gobierno nacional, entidades educativas y las mismas organizaciones privadas que asesoran a las mujeres.

Ante esta epidemia, tiene que producirse una fuerte reacción social y política.

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