Hoy inicia el año escolar 2016-2017. Se trata de un período al que aguardan muchas expectativas, por los retos que entraña.
Unos 2.8 millones de estudiantes están siendo convocados a clases, de los cuales 2.2 millones corresponden al sector público, donde aproximadamente 90 mil profesores tienen la encomienda de darle una mejor puntuación al nivel de la educación pública dominicana.
Con la particularidad de que será el primer año escolar del segundo mandato constitucional del presidente Danilo Medina y de que inicia con nuevas autoridades en el Ministerio de Educación, el período lectivo que comienza en esta fecha tendrá muchos aspectos por consolidar y numerosas evaluaciones por completar.
La llamada revolución educativa iniciada desde el 2013 con la aplicación por primera vez de un presupuesto para la educación preuniversitaria equivalente al 4% del producto interno bruto (PIB), ha entrado en una etapa en la cual ya se necesitan evaluaciones, para hacer los ajustes que requiere el proceso en marcha.
En sentido general, el nuevo año lectivo inicia con notables avances en términos cuantitativos, pero con retos cualitativos importantes.
Las masivas construcciones de aulas escolares ejecutadas por el Gobierno como elemento fundamental de la aplicación del 4% del PIB, la masificación del modelo de Tanda Extendida y la capacitación y actualización del personal docente son aspectos que deben contribuir a mejorar la calidad educativa en este nuevo año escolar.
Acción Empresarial por la Educación (Educa) ha hecho un juicioso planteamiento, matizado por recomendaciones puntuales para el buen desempeño del naciente período escolar.
Educa planteó los retos y oportunidades que implican las distintas innovaciones que se vienen desarrollando dentro de la escuela, entre las que citó la implementación de un nuevo currículo para todos los niveles, la consolidación del modelo de Jornada Escolar Extendida, la creciente descentralización en el manejo de los recursos por parte de los centros educativos y próximamente, el inicio de la adopción del programa una computadora por niño.
Hay todo un marcado y necesario seguimiento al sector educativo. Es una vigilancia positiva, que busca que la elevada inversión que se destina a la educación pública sea rentable en términos de contribución al desarrollo del país. l
