E. R. son las iniciales con la que se identifica un joven que acaba de cumplir la mayoría de edad en Hogar Crea de Niños y Adolescentes, ubicado en la comunidad de Guazumal del municipio Tamboril, donde llegó procedente de Santo Domingo.A su corta edad, tiene la experiencia de haber sido adicto al consumo drogas y alcohol, de ser traficante, y dentro de su “vida loca y desenfrenada”, ya es padre de tres hijos. E. R. sólo llegó al octavo grado en la escuela Emma Balaguer de Santo Domingo. Narra que comenzó a consumir desde los 13 años, inducido por su padre, también consumidor y reconocido vendedor que murió abatido a tiros en supuesto intercambio con la policía. Se había criado con su abuela, la que hoy cubre los gastos para que permanezca en este centro, donde pretende recuperarse de su adicción.
“Es una corriente que te envuelve. Tus amigos te la proponen, te hacen creer que una vez o dos no te va a afectar y terminas en la adicción. Todo esto te aleja del ambiente de la casa, de tus padres y de la escuela”, explica W.A., otro joven de 17 años, que también se separó de la escuela cuando cursaba el octavo grado, para consumir y luego vender drogas.
Estos son sólo dos testimonios de los 15 adolescentes internos en Hogar Crea para menores de Guazumal, de Tamboril, y una muestra de cómo las drogas han permeado los centros educativos del país.
Y es que el incremento importante en el uso de drogas en la juventud y la disminución de la edad para incursionar en su consumo se ha convertido en algo preocupante para la sociedad, según afirma Leopoldo Díaz, presidente de Hogar Crea, quien destaca que debido a esta situación, hace tres años se vieron en la obligación de abrir un centro de rehabilitación para albergar a niños de entre 10 a 14 años, consumidores de sustancias prohibidas.
Afirma que no se puede negar que haya drogas en las escuelas, en un país donde hay más de 40 mil puntos de ventas en los barrios, donde se oferta, prácticamente de manera pública, y en las mismas narices de las autoridades. “No puede pensar que no se haya contagiado el sector escolar”, aduce.
Estadísticas
Esta denuncia corrobora las últimas estadísticas recogidas en la “Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Estudiantes de 8vo curso del nivel básico y 2do. y 4to. del nivel medio”, publicado en 2009 por el Consejo Nacional de Drogas, que indica que una proporción de escolares de entre 12 y 17 años afirmó haber consumido marihuana, cocaína, crack, éxtasis, heroína, anfetaminas y alucinógenos, al menos una vez.
El estudio se realizó con una muestra compuesta por 5,983 estudiantes, en 90 centros educativos de tipo público, privado y semi-oficial, que representan una población de 282,784 alumnos a nivel nacional. La proporción de escolares que admitió haber fumado marihuana alguna vez en su vida fue de 1.7%, la media de edad de 14 años. En el caso de la cocaína, la prevalencia fue del 1%, y para el crack, las características de consumo encontradas fue similar al caso de la cocaína. Mientras. Un 6.6% de los estudiantes expresó haber sentido curiosidad alguna vez por probar drogas ilícitas, un 1% respondió que ya había probado y un 2% afirmó que si tuviera la oportunidad probaría alguna de estas sustancias.
Entre las sustancias de uso legal, el tabaco es la tercera sustancia psicoactiva más consumida por los escolares, ya que el primer lugar lo ocupa el alcohol, y el segundo, los tranquilizantes.
Sin datos
Pese a la existencia de esta realidad, los directores y profesores de escuelas, ubicadas en sectores vulnerables de la capital, rehúsaron hablar del tema, tras afirmar que este es un tema que pondría en riesgo su vida y la de su familia. El Departamento de Psicología del Ministerio de Educación sólo se limitó a informar que los casos de drogas que involucran a estudiantes no llegan a esa incumbencia, que no manejan datos, porque son tratados entre la escuela y los padres.
Causas que llevan a niños a los vicios
Entre las causas que podrían tener cierta influencia para que niños y adolescentes escolares lleguen a las drogas y otras sustancias psicoactivas, están el estado marital de los padres y la convivencia del joven con ambos, con uno o con ninguno, según cita Daniel Pou, analista internacional en asuntos de drogas.
Otros factores tienen que ver con los grupos, pues para ser aceptados tienen que estar a tono con lo que éstos hacen, y la curiosidad por probar lo prohibido. Leopoldo Díaz exhortó a quienes aspiran a gobernar el país proximamente, que pongan atención a un problema tan grave, como es el uso de drogas en niños.
