En febrero del año 2011 el Poder Ejecutivo sometió al Congreso Nacional el proyecto de ley para modificar la desfasada Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas de 1978 y lograr necesarias reformas como, por ejemplo, la reducción del número de generales, la regulación rigurosa de los ascensos y retiros, entre otras cosas conducentes a una mejor organización y funcionamiento de los cuerpos castrenses en nuestro país.
El proyecto encontró resistencia dentro de las mismas Fuerzas Armadas y no fue hasta septiembre de 2012 que se logró la aprobación del mismo en una de las cámaras congresuales en dos lecturas, específicamente en el Senado. Pero urge agilizar el consenso y procurar la aprobación definitiva para ayudar al actual ministro de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, a ejecutar muchas de las cosas que ha prometido y que tanto necesitan las instituciones militares en el país.
Es imprescindible que se corrijan las distorsiones existentes en las pirámides de mando. Es insólito que existan más tenientes que rasos, muchos de los cuales no han realizado labores que justifiquen su rango.
Por otro lado, hay una hipertrofia de altos oficiales que no están desempeñando funciones pero que siguen activos. Entre ellos se encuentran tres exministros de las Fuerzas Armadas y nueve exjefes de instituciones.
Es importante crear fórmulas adecuadas para ajustar los salarios fijos de los militares y así no sea necesario acudir al discrecional “especialismo” que se da como complemento, ya que algo que nació como una partida de excepción al día de hoy se ha convertido en la regla.
El actual ministro tiene 39 años siendo militar entrenado (de esos que de verdad trabajan) y sus buenas intenciones en apenas siete meses ya han arrojado positivos resultados. Por ejemplo, desde agosto de 2012 a la fecha no se han denunciado oficialmente viajes ilegales y esto se debe a un mejor trabajo de la Marina. También, hay mayor control en la frontera con Haití, a niveles impresionantes, y esto es gracias a la labor del Cesfront. Además, se ha logrado reducir un poco los hechos delincuenciales y sin dudas tiene mucho que ver con la colaboración dada por el Ejército a la Policía Nacional y los patrullajes mixtos.
Pero para que el almirante Pared Pérez alcance algunas de las metas que se propone, necesita de un instrumento legal más completo y más actual para fundamentar decisiones difíciles que deberá tomar para que República Dominicana tenga las Fuerzas Armadas que merece y necesita.
