Mañana los dominicanos celebran el Día de las Madres. Aunque muchos entienden que no hay que hacer demasiados ruidos en la ocasión, sí debe ser una oportunidad para aquellos que no las honran debidamente, todos los días, obedeciéndolas, caso de los menores, amándolas, protegiéndolas, todos, las prodiguen de cariño y acompañamiento. La madre, que es mujer, educadora, trabajadora, incansable en el desvelo por sus seres queridos, merece todo. En su día, hagámosla sentir feliz. Decirle te quiero, te amamos y te agradecemos por lo que somos, por cuidarnos y hacernos personas. Cuando la vida se ha complicado tanto, honrémoslas contribuyendo a crear un clima de paz y amor, en casa, en el país.

Mañana, los dominicanos celebraremos el Día de las Madres, para muchos no hace falta un día específico para demostrar el amor y eterno agradecimiento a ese ser dador de vida. Otros menos expresivos, esperan la fecha para mostrar sus sentimientos. La ocasión es propicia para reconocer en su justa medida la entrega y el amor de las madres. De los roles que desempeña el sexo femenino, el de la maternidad es, sin dudas, el más sublime.

Desde su concepción, la mujer está predestinada a dar vida, por su naturaleza misma, por esa fuerza de la cual pueda surgir de un ser tan frágil. Sin embargo, no podemos olvidar a aquellas mujeres que sin haber pasado por el milagro maravilloso de la concepción, han brindado su amor, protección y se han entregado en cuerpo y alma a la crianza de los hijos que han hecho suyos, solo por el lazo del amor.

Es importante que quienes aún disfrutamos de su presencia, honremos cada uno de sus días con nuestras acciones, agradezcamos su sacrificio y sus desvelos colmándolas de amor y a quienes la han visto partir, decirles que  la mejor forma de amarlas es recordarlas siempre.

Es triste, sin embargo, que algunos las olviden en vida. Es verdad que el paso de los años nos va devolviendo poco a poco a la niñez y cuando esto les pasa a nuestros padres, nosotros en nuestros afanes, muchas veces perdemos la paciencia.

Es tiempo de detenernos y pensar en ese momento cuando éramos tan indefensos y vulnerables, qué habría sido de nosotros de no haber contado con sus cuidados, de no haberlas tenido cerca cuando nuestro llanto era una voz de alerta a sus sentidos, sin importarles el agotamiento del día.

La celebración de este día, siempre será una buena oportunidad para pedirles su bendición y agradecerles el milagro de la existencia.

Felicitaciones a todas las madres.