Las micro centrales hidroeléctricas: fuente de energía limpia y barata

El concepto de que gota a gota se llena una copa, aplica como mensaje general sobre la importancia de la consistencia.

El concepto de que gota a gota se llena una copa, aplica como mensaje general sobre la importancia de la consistencia. Para más de cinco mil habitantes de las más lejanas e intransitables montañas del país la utilización de pequeños chorros de agua ha sido el método de ver la luz.

Un programa basado en la administración comunitaria y la cooperación y soporte de un grupo de instituciones nacionales e internacionales, procura que los pequeños saltos de agua en escarpadas montañas sirvan para mover turbinas que permitan mejorar el modo de vida a miles de habitantes, llevándolos a la era de la luz eléctrica. Fruto de la ejecución del programa Micr4o Centrales Hidroeléctricas, ya operan en el país 25 pequeñas unidades de generación eléctrica a través de agua y otras cinco están pendientes de inauguración.

Alcance

Una vez inauguradas las que están en construcción, el país contará con unas 12,725 personas disfrutando de luz eléctrica las 24 horas del día, a un costo de RD$300 mensuales, que representa aproximadamente el 50% del gasto familiar en gas, batería seca, pila y otros mecanismos de iluminación que utilizaban.

Son micro centrales que generan entre 10 y 132 kilovatios, que producen ahorros, por sustitución de importación de petróleo, de entre RD$225,000 y RD$2.9 millones anuales. El ahorro global de las 30 micro centrales del programa es de unos RD$21.94 millones, según cálculos de la Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS) de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).

El programa es ejecutado por la UERS, con apoyo y colaboración del Programa de Pequeños Subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PPS-SGP/FMAM/PNUD),  del Good Neighbors, la Fundación Interamericana (FIA), Guakia Ambiente, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Centro Alternativo Rural El Limón (CAREL), el Centro de Promoción para el Desarrollo de la Caficultura Sostenible del Nordeste (CEDPCAFEN) y las comunidades beneficiarias de las hidroeléctricas.

Para la administración de las micro centrales hidroeléctricas (MCH), las entidades que ejecutan el programa crean en cada lugar un comité de cinco personas de la comunidad, seleccionadas por votación durante una asamblea general. Los seleccionados tienen la responsabilidad de garantizar el buen funcionamiento del sistema. La electricidad generada por las MCH  es para uso doméstico, educativo, productivo y alumbrado público, según los fundamentos del programa.

La comunidad beneficiada establece los reglamentos de uso que previamente aprueban todos los beneficiarios, quienes asumen el compromiso de llevar a cabo el mejor uso del sistema instalado, el pago por el servicio brindado e involucrarse en los trabajos de reparación y mantenimiento cuando se le requiera.

Las MCH están concebidas con el propósito de que contribuyan a la reducción del calentamiento global y el cambio climático mediante la generación de electricidad con fuente de energía limpia.

En la construcción de cada proyecto priman los principios de apoyo mutuo, solidaridad, igualdad y equidad, que faciliten que los involucrados se beneficien de manera racional y responsable del sistema hidroeléctrico. Las normas del programa de las MCH indican que la electricidad producida por esas unidades es para uso residencial (iluminación, refrigeradores, lavadoras, televisión, radio, licuadora, entre otros); educativos, como escuela y estudios nocturnos; usos sociales en centros comunitarios, iglesias, iluminación de las calles, y para usos productivos como pequeños negocios en categorías de colmados, heladerías, entre otros.

Las MCH producen beneficios múltiples

Las Micro Centrales Hidroeléctricas impactan positivamente las comunidades desde el ámbito  social, ambiental y económico; especialmente en grupo vulnerables como los jóvenes y niños porque les facilita estudiar en horas nocturnas. También al programa de alfabetización de adultos. A las mujeres les facilita el trabajo doméstico y atención de la familia, porque la electricidad les permite conservar los alimentos  y medicamentos que requieren refrigeración, aprovechar frutas para jugos mediante el uso de electrodomésticos.  Los negocios mejoran sus movimientos a partir de la venta de productos que requieren refrigeración. La gente tiene acceso a la comunicación y a la  televisión por cable. Según cálculos de la UERS, las micro hidroeléctricas les reducen a las familias beneficiadas gastos por compra de gas, adquisición y carga de baterías, entre 500 y 750 pesos mensuales.

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