Las relaciones con Haití (14)

Después de una breve espera, la esposa del Presidente le dijo que éste prefería verlo en el Palacio Nacional,  para donde se proponía salir de inmediato.

Después de una breve espera, la esposa del Presidente le dijo que éste prefería verlo en el Palacio Nacional,  para donde se proponía salir de inmediato. En el despacho presidencial aguardarían ya los jefes de Estado Mayor de la Marina, Rib Santamaría,  y el Ejército,  Hungría Morel.  Al llegar Bosch con Viñas Román,(secretario de las Fuerzas Armadas)el Presidente le preguntó a Luna:
– General,  ¿pueden los aviones dominicanos bombardear el palacio presidencial de Haití sin tocar el hospital que está cerca?
– ¿A qué distancia queda el hospital,  señor Presidente? Podemos meter las bombas por las ventanas que usted desee.
– Pues comience el bombardeo a las once de la mañana (eran alrededor de las 8:30 a.m.)
– Bien, pues deme la orden por escrito, señor.
– ¡ Yo soy el Presidente y le estoy dando una orden
– Sí, señor. Pero debo dar esa orden más abajo por escrito.
Bosch alegó que los haitianos estaban  atacando Dajabón.  Luna entonces le replicó que eso no era cierto, a lo que el Presidente preguntó si Luna creía que él estaba hablando mentiras.
–No, señor Presidente, pero es posible que los que le informaron sí estuvieran diciendo mentiras.

Fue en ese momento en que el comodoro Rib Santamaría intervino para proponer el envío de una comisión a Dajabón.

Cualesquiera hayan sido los incidentes, lo cierto es que no hubo ataque alguno a Dajabón y que ese mismo día la Cancillería dominicana debió retractarse de las nuevas acusaciones contra Duvalier.  Bosch había quedado muy mal parado de esta segunda confrontación con su vecino hostil.  No cabían dudas de que su imagen ante los jefes militares había descendido con esta nueva crisis.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas