Mayra Johnson estudió Comunicación, luego de realizar dos carreras de Ciencias. A finales de los años 80, cuando contaba con 29 años, entró a un cuarto oscuro como parte del programa de estudios de la carrera, y ahí supo lo que quería ser.“Quedé atrapada, después de ahí, jamás me he podido separar de una cámara”, comenta la artista del lente. Recuerda que en su inicio profesional trabajó mucho el arte funerario, sus símbolos y el afán del hombre de creer en la vida eterna, luego “volé a la vida urbana, primero fotografiando los murales (grafitis), donde las paredes servían como soporte a reclamos sociales”. En la actualidad se encuentra envuelta en la migración haitiana, en mostrar las desgracias y miserias de un pueblo vecino que sus gobiernos han vivido siempre de sus miserias. Mayra dijo que no se considera artista, sino que solo hace fotografías, ya que “el artista debe mostrar la fragilidad de o que existe, ante todo debe tener formación y ser reconocido por sus iguales y especialistas de arte”.
¿Fue difícil seguir su sueño?
¿Cuál de ellos? Todavía no termino, hacer fotografías nunca fue difícil, sobre todo con una familia que apoya tus locuras, hacer gestión cultural ha sido más complicado. En República Dominicana no hay tradición de mecenazgo y no disponemos de mucha ayuda, pero la certeza de lo posible, lo hace, VI Festivales internacionales camino al VII y cinco años con las puertas del Centro de la Imagen abiertas, ya ha sido un logro, claro, no lo he hecho sola, he contado con grandes y serios colaboradores que trabajan igual que yo, principalmente Carlos Acero, quien tiene a cargo la calidad de lo que se muestra en el Centro y en el Festival.
¿Cree que el arte es una buena herramienta de reflexión?
En el caso de la fotografía, es el documental, imagínate un minuto sin imágenes, copio una nota del libro de Fontcuberta, la Cámara de Pandora: “La reflexión hoy es lo que da valor a la imagen”.
¿Qué desea transmitir a través de su trabajo?
En inicio trabajé mucho el arte funerario, sus símbolos y el afán del hombre de creer en la vida eterna, luego volé a la vida urbana, primero fotografiando los murales (grafitis) donde las paredes servían como soporte a reclamos sociales, ahora estoy envuelta en la migración haitiana, mostrar las desgracias y miserias de un pueblo vecino que sus gobiernos han vivido siempre de sus miserias.
¿Cuáles son las claves para mantenerse en este escenario?
No me considero artista, hago fotografías, el artista debe mostrar la fragilidad de o que existe, ante todo debe tener formación y ser reconocido por sus iguales y especialistas de arte, es difícil vivir del arte, quizás ese sea el mayor problema, en este país la gestión cultural se encuentra en manos de agentes culturales que al entrar a la política barren para dentro de la casa”.
Definitivamente, la sociedad debe cuidar más sus artistas, de ellos depende en gran parte transmitir su cultura, fomentar valores o sencillamente el placer estético.
¿Qué les diría a las personas que quieren dedicarse a este profesión?
Que se formen, que lean, vean películas, que se informen. Un artista sin información no puede transmitir nada.
¿Qué nos da el arte. Qué nos dice de la vida?
En pocas palabras, las artes están estrechamente ligadas a los sentidos y esto nos alimenta para una vida plena, lo que es igual a disfrutar de la existencia. Soy agradecida, optimista, cuido de mi familia y mis amigos, disfruto las alegrías y los logros por más pequeños que sean, trato de ser solidaria, pero sé que no soy perfecta, he sido muy bendecida, he vivido con abuelas y abuelos, padres, tengo la mejor familia, eso ha sido la mejor bendición, he tenido una buena vida y cada día puedo ir al Centro de la Imagen.
¿Cómo fueron sus años de estudios?
Muy felices, solo tengo buenos recuerdos, tuve oportunidad de estudiar lo que me gusta, solo odié las matemáticas.
Sus trabajos, ¿qué líneas siguen?
La gestión cultural ha disminuido mi producción, si puede llamarse así, pero al fin y al cabo, me apasiona hacer fotografías, estoy en lo urbano pero podría volver a lo funerario en cualquier momento, es lo que me apasiona.
¿Cuál considera debería ser el papel del Estado frente a los nuevos talentos que se inician?
La cultura y el arte deben ser los número uno en un plan de desarrollo. El arte mejora la capacidad creadora de las personas, aumenta su formación, genera recursos, aumenta el patrimonio, impulsa el desarrollo económico. El Estado debe tener la obligación de proteger todas las manifestaciones artísticas, debe ayudar a su promoción, junto a la iniciativa privada debe adoptar medidas para mejorar las condiciones de sus artistas y de sus gestores para juntos fortalecer el sector y el papel de la creación artística.
¿Se puede vivir del arte en RD? ¿Qué futuro considera que le espera?
En República Dominicana es muy difícil vivir del arte. Solo unos pocos lo logran, el artista tiene que alternar su arte con otro trabajo o profesión, y a pesar de lo optimista que soy, no veo claro el futuro de los artistas en el país, ya que no hay clara una política de apoyo y difusión a las artes. El artista debe proyectarse, no solo hacia dentro, sino también hacia fuera, en bienales, ferias, festivales, entre otros eventos culturales y eso solo se logra con políticas definidas y equitativas de apoyo gubernamental.
Atención
Definitivamente la sociedad debe cuidar más sus artistas, de ellos depende en gran parte, transmitir su cultura, fomentar valores o sencillamente el placer estético”.
Dificultad
Es difícil vivir del arte, quizás ese sea el mayor problema, en este país la gestión cultural se encuentra en manos de agentes culturales que al entrar a la política ‘barren para dentro de la casa’”.
