El nombre de Rafael -Pepe- Abreu no se puede desvincular de los logros que el país ha tenido en materia laboral. A este sindicalista, actual presidente del Consejo Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), se le conoce porque toda su vida la ha dedicado a sobreponer las condiciones de los trabajadores sobre el interés del empresariado. Esta vez, habla con elCaribe sobre el pacto fiscal que el Gobierno ha llamado a consensuar. Abreu rechaza la idea de que el Gobierno esté promoviendo un pacto fiscal, cuando todavía el tema eléctrico se está debatiendo. Y es de los que teme que, por eso, se vuelva a repetir la experiencia del 2012: No hubo consenso en el Consejo Económico y Social y el Congreso terminó decidiendo una reforma que cargó al consumo. Y por último, descarta un acercamiento con los empresarios para tratar el aumento salarial. Él no negocia limitar o eliminar la cesantía, que es lo que quieren los empleadores. “Puede pasar que quizás nos encontremos para cosas coyunturales. Por ejemplo, para el pacto fiscal tenemos que encontrarnos, para el pacto eléctrico nos estamos encontrando, para el salario que toca el año que viene…”
¿Cuál es la posición del CNUS sobre el pacto fiscal que el Gobierno llama a los sectores a discutir?
Aquí se discutió en el país lo que se denomina la Estrategia Nacional de Desarrollo en el Consejo Económico y Social. Estuvimos presentes todas las fuerzas sociales, económicas, políticas, un conglomerado importante. Ahí hubo un compromiso de que República Dominicana asumiría una discusión de la fiscalidad que fuera abarcadora, una década del 20 al 30, con el objetivo de que no hubiese en cada Gobierno una reforma fiscal, sino un pacto de largo plazo en el que no importa qué Gobierno llegara, siempre habría una referencia como base. Creemos que lo que debe hacerse es discutir ese compromiso del pacto fiscal, no una reforma transitoria como yo entiendo que se quiere ahora.
¿No una reforma transitoria?
A partir de 1984, cuando llegó al poder Jorge Blanco, cada Gobierno que ha venido ha hecho siempre una reforma fiscal que ha sido transitoria: el Gobierno tapa un déficit con unos recursos que llegan, y vuelve el otro Gobierno a hacer lo mismo. En 2012 se hizo igual. Se trancó el juego en el Consejo y entonces el Gobierno manda el proyecto al Congreso. ¿Qué hace el Congreso? Le carga al consumo la captación de los ingresos que el Gobierno necesitaba. Ahora mismo, por ejemplo, el 57% de los impuestos que captan vienen del consumo.
¿Cuál es su propuesta entonces?
Le sugerimos al Gobierno cuatro vías. Uno: que busque (ingresos) por las ganancias de las empresas, sobre todo las no grabadas. Dos: Que evite la evasión, en este país hay un 37% de empresarios que evaden los impuestos. Tres: que la busque por la elusión, es una palabra rara, pero significa aquella gente que paga una parte de los impuestos, no todo. Elude, paga una parte y se queda con un porcentaje importante. Y cuatro: que se graven los patrimonios. Por ejemplo, en el caso de la vivienda, que se le quite el impuesto a la vivienda hasta los RD$2 millones, porque RD$2 millones son muy pocos, y que a la vivienda suntuaria, de RD$3 millones en adelante, se le mantenga un impuesto. Les estamos dando cuatro fuentes posibles para captar recursos sin gravar el consumo.
¿Cuáles obstáculos augura que puede tener su propuesta?
Ahora mismo el Consejo Económico y Social tiene en agenda el pacto eléctrico. Ese pacto lo estamos discutiendo hace como uno o dos años y no hemos podido arribar a un acuerdo por los intereses cruzados que hay entre los diversos sectores, incluso los empresariales. Hay disputas entre generadores, distribuidores. Me preocupa que desde el Gobierno se plantee también el pacto fiscal sin haber concluido el pacto eléctrico, que se sabe es tan difícil. Muchos de los sectores que estamos ahí, hemos estado hablando de la necesidad de obviar el pacto fiscal, hasta que nos pongamos de acuerdo con el eléctrico. Otro obstáculo puede ser el hecho de que como las partes tenemos puntos de vistas encontrados sobre a quién se les cargan los impuestos, puede que tengamos un encontronazo que provoque una ruptura y no se haga una reforma fiscal por un acuerdo consensuado, sino que el Gobierno tenga que acudir a lo que ocurrió en 2012, que fue obviar al Consejo e ir al Congreso para que fuera quien asumiera la reforma.
¿Cómo marcha el diálogo de aumento salarial con el sector patronal?
La cesantía en realidad rompió todo. Los empresarios, recientemente, vía el presidente del Conep -Consejo Nacional de la Empresa Privada-, Rafael Blanco Canto, declararon que estaban dispuestos a hacer un aumento salarial. Lo que no dijo es que eso él lo condiciona a que nosotros cedamos en el asunto de la cesantía. Esa parte no la dijo, pero como nos conocemos tan bien sabemos que ellos no son tan generosos en el aspecto de salario. Cuando dicen que están dispuestos a ceder en el salario, vienen también con la propuesta de que cedamos en el tema de la cesantía. Ellos dicen que con la cesantía, lo que debe hacerse es ponérsele un techo de solamente tres años. Es decir, que independientemente del tiempo que una persona tenga en una empresa, solo tenga derecho a cobrar prestaciones por tres años, y que si a la persona la cancelan, la liquidan, la desahucian, que esa persona vaya, según ellos, a un fondo de compensación que se crearía. ¡Claro! ellos no dicen cómo ese fondo va a funcionar, de dónde sale ese dinero, etcétera. Es una discusión delicada.
¿Están dispuestos a ceder la cesantía por un aumento?
No. El trabajador tiene en la cesantía una especie de resguardo para sus momentos más difíciles, cuando nadie le va a dar un empleo, cuando vienen las enfermedades. Con eso (cesantía) es que puede, más o menos, hacerle frente a una acción que muchas veces es inesperada. Porque si a usted lo llaman hoy y le dicen ´hemos decidido ponerle fin a su contrato´, es un derecho que el patrón tiene. Lo único que muchas veces frena al patrón o al empleador es que si lo hacen tienen que pagar esa suma compensatoria. Si ellos estuvieran libre y no tuvieran esa traba, imagínese, la cancelación de personas fuera muy normal.
¿Qué puede pasar? Porque se tendrán que sentar en algún momento…
Esa es una gran pregunta. Puede pasar, entonces, que continuemos cada quien viviendo su proceso y que quizás nos encontremos para cosas coyunturales. Por ejemplo, para el pacto fiscal tenemos que encontrarnos, para el pacto eléctrico nos estamos encontrando, para el salario que toca el año que viene (junio). Ahora, para el código laboral es que está difícil.
¿Qué le puede decir al Gobierno sobre este pacto fiscal ?
La gente siempre cree que cuando habla de reforma fiscal se está hablando del aumento del costo de la vida. Hay que ser cauto con eso, porque la gente se queja mucho, se está quejando mucho del costo de la vida y de que no hay control en ese nivel. La gente mezcla el costo de la vida con reforma fiscal y el Gobierno debe tener cuidado con eso. Tiene que ser bien claro, que lo que ha dicho sea cierto. Que en su intención, cuando habla de reforma, no está afectar los servicios básicos de la población. l
Quejas
La gente siempre cree que cuando habla de reforma fiscal se está hablando del aumento del costo de la vida. Hay que ser cauto con eso.”
Salario
El Conep declaró que está dispuesto a hacer un aumento. Lo que no dijo es que condiciona la cesantía, sabemos que ellos no son tan generosos.”
