A Brenda Taveras la música la atrapó desde muy pequeña. Apenas con ocho años se dio cuenta de que su sueño, su camino y dirección era la música. Nos comenta que a esa edad, se interesó por el piano, pero que con el pasar de los años se fue dando cuenta de que no solo le gustaba la música, sino también disfrutarla, enseñarla, y llevar a otros a conocerla y vivirla al igual que ella. Nos cuenta que luego, continúa sus estudios y se inscribe en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde se gradúa en licenciatura en Música, mención Educación Musical. No obstante, su deseo de aprender, se certificó en el método de Educación Musical Kodáy en la Universidad de Nueva York; así como en la metodología Orff, la cual es reconocida en la enseñanza musical en la Universidad de Miami, Oxford y en la universidad de George Mason, Virginia. En la actualidad, Taveras es la directora de la academia de música “Music Corner”.
¿Que nos trae Music Corner?
En realidad es una academia de música, en donde trabajamos mucho lo que es la creatividad y los valores. Aquí trabajamos con niños desde los dos años hasta los 13. Es como si fuera un preescolar primario en la música. Enseñamos varios instrumentos como el piano, el violín, la guitarra, la estimulación musical, el chelo y el canto, entre otros. Esto dura alrededor de un año y medio. Las clases en Music no son muy tradicionales, como el solfeo de antes en un pupitre todos sentados, sino que el niño puede moverse, y a través de los juegos lúdicos, puede desarrollarse y aprender música. En nuestra página web www.musiccorner.com.do está toda la información y fotografías de nuestro trabajo.
¿Qué metodología utiliza?
Soy certificada en dos métodos de música: La Kodáy, en la Universidad de Nueva York. Este método desarrolla mucho en el niño el aparato auditivo, se trabaja mucho la lectura musical para que aprenda a leer música, pero también, a través de juegos cantados. Entonces el niño se envuelve en su foklore, y se le alfabetiza. Un niño de cuatro años que tal vez no sepa leer ni escribir puede muy bien aprender música, porque es otro lenguaje y no tiene nada que ver con el lenguaje nuestro. La otra, es la metodología Orff, un reconocido método de enseñanza musical en la Universidad de Miami, Oxford y en la universidad de George Mason, Virginia.
¿A partir de qué edad puede un niños estar en la academia?
A los dos años se comienza el programa de estimulación musical. Eso dura desde los dos a los cuatro años. Aquí lo que se trabaja mucho es que el niño explore, desarrolle su sentido rítmico, melódico, el canto, y también puede experimentar con otros instrumentos musicales. Además, visitan la clase distintos músicos, y pueden utilizar distintos instrumentos como una trompeta, piano, violín, entre otros. También pueden hacer con sus manos esos instrumentos, o sea llevarse a sus casas una flauta hecha por ellos, etcétera. Ya con los más grandes, a partir de los cuatro años, tienen la oportunidad de elegir un instrumento, ya sea el piano, el violín, la guitarra, el chelo y el canto.
¿Qué importancia tiene la música para el desarrollo integral de ellos?
Tiene mucha importancia, porque los niños desarrollan una gran disciplina, una estructura, porque aprenden, incluso, a tener un hábito en su casa de estudiar y lo hacen motivado porque les gusta el instrumento. Además, trabaja mucho el aspecto sicomotor, todo lo que tiene que ver con el orden. Por lo regular los niños que trabajan la educación musical en cualquier aspecto se desarrollan muy bien en el colegio o la escuela, porque tienen la facilidad de aprender, a través de la música.
¿A qué edad un niño o niña empieza aprender música?
En realidad, desde que están en el vientre materno el niño puede comenzar a ser estimulado. Ellos sienten. Incluso cuando nacen, se relajan más con esa música que la madre le puso por mucho tiempo en la barriga. Pero en realidad desde la barriga, y, obviamente, depende del papá y la mamá, de que se le desarrolle en casa, en una academia de música y también en el colegio, la escuela…
¿En qué consisten las clases gratis de prueba?
Nosotros ofrecemos una clase gratuita, en donde el alumno y el papá pueden ir a ver el ambiente, ver si les gusta, y además, saber elegir qué instrumento, porque muchas veces el niño ya tiene cuatro años, ya se le pasó la hora de la estimulación y quiere explorar un instrumento. Entonces, lo que hacemos es que lo llevamos a diferentes aulas y diferentes profesores para una clase de prueba. Esto hace que el niño salga con una idea de lo que quiere y el papá también.
Además de sus clases de música, ¿tienen algún otro evento en el que ellos puedan desarrollarse?
Aquí los alumnos tienen la posibilidad de dar dos conciertos al año, en el cual pueden elegir una pieza, la preparan… Con esto su autoestima sube, se sienten más confiados.
Aparte de Music Corne, ¿cuál sería su otro objetivo?
En realidad, yo tengo un proyecto como educadora musical de educar a otros educadores musicales. A mí me interesa mucho que la música llegue al sector público, que las escuelas, así como los colegios privados tengan la posibilidad de, 45 minutos a la semana, ir a una clase de música, de aprender a leer, aprender un instrumento. Llevar ese proyecto a escuelas públicas. Ahí no hay un patrón, un seguimiento, un currículo hecho. Entonces, a mí me interesa mucho esa parte y crear conciencia.
Anhelo
Que las escuelas públicas tengan la posibilidad de ofrecer educación musical como una materia, al igual que sucede en otros países”.
