Para extraer algún órgano y conservarlo en condiciones de ser trasplantado se requiere una decena de profesionales con altos niveles de especialización.El director del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante (Incort), Fernando Morales Billini, puso en duda de que en el país se pueda traficar con órganos para trasplantes y calificó de “leyendas urbanas” las denuncias de personas supuestamente “secuestradas o dormidas” en situaciones extrañas y que al reaparecer o despertar les falta algún órgano.
Morales Billini observó que cada cierto tiempo surgen informaciones de prensa sobre personas a las que supuestamente se les extrajeron órganos vitales como los riñones, pero que éstas no ha sido comprobadas.
En ese sentido, estimó que esas informaciones “son leyendas urbanas que lo que buscan es crear situaciones de tensión, confusión y miedo, lo que hace un gran daño al gesto más humano y altruista que es permitir que otras personas vivan gracias a la donación de órganos”.
“No se ha comprobado hasta la fecha ningún caso real de secuestro con fines de robo de órganos, ni mucho menos existe ninguna denuncia comprobada sobre este tema”, apuntó.
Explicó que para extraer algún órgano y conservarlo en condiciones de ser trasplantado se requiere una asociación ilícita compuesta por decenas de profesionales con altos niveles de especialización.
Señaló que ello conlleva obtener los órganos en condiciones óptimas, realizar sofisticadas pruebas de laboratorio, imágenes, entre otros pasos, lo que hace imposible la adquisición ilícita.
“La alta complejidad de un trasplante requiere de una estructura que involucra a muchos profesionales, por tanto su realización clandestina prácticamente es imposible”, dijo. “Para tener una idea sobre la magnitud de estos procedimientos hay que tener en cuenta que un trasplante de hígado requiere un promedio de 16 horas de cirugía y la participación de más de 100 profesionales”.
En lista de espera
El director del Incort dijo que por el hecho de una persona tener dinero en nada influye a la hora de asignarle el órgano que necesite para un trasplante, ya que la lista de pacientes en espera es revisada y suministrada por los responsables de cada institución, y a su vez autorizada por el Ministerio de Salud.
“Estos a su vez conocen las donaciones que se han efectuado y a cuál paciente y por qué se le ha asignado el órgano o tejido”, subrayó.
Observó que la lista de espera es estrictamente respetada y la distribución de órganos se realiza de acuerdo al grupo sanguíneo, la compatibilidad entre donador y receptor y el tiempo que tenga esperando.
Sin discriminación
Fernando Morales Billini aseguró que la distribución de órganos y tejidos no discrimina por raza ni existe trato preferencial para ricos y famosos.
Sostuvo que en algunos casos para asignar un órgano es determinante la condición de extrema gravedad del paciente, así como la edad, el peso y la talla.
“Debido a que el número de enfermos en espera de un trasplante supera el número de órganos disponibles, es preciso realizar siempre una justa selección de receptores entre todos los de la lista en espera”, subrayó.
Explicó que actualmente el Incort ha puesto en práctica un sistema automatizado que valora los criterios establecidos para las donaciones.
“Estos criterios son actualizados periódicamente por el personal del Incort”, precisó.
La donación de órganos es completamente gratis
El director del Incort recordó que la donación de órganos no tiene ningún costo para la familia del donante, y que éstos se hacen de forma gratuita, voluntaria y altruista, primando siempre la solidaridad y la conciencia social.
“La familia nunca tendrá que ocuparse de los gastos relacionados a la donación”, señaló. Dijo que toda persona mayor de edad puede expresar su voluntad de ser donante de órganos y tejidos, por lo que una vez ya fallecida la donación dependerá de una exhaustiva valoración de la función e integridad de lo que se haya expresado de donar, así como de la ausencia de enfermedades transmisibles u otra contraindicación, la cual será valorada por un equipo médico calificado. Fue enfático al observar que para ser donante después de la muerte cualquier edad es adecuada. Sin embargo, si se ha tomado en vida la decisión de donar sus órganos después de la muerte, es importante compartir con la familia, ya que la solicitud de autorización siempre se les dará a los familiares.
