“La pobreza solo se combate con empleo”

La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y la Provincia Santo Domingo (AEIH) reivindicó el papel de la fuerza laboral, planteando…

La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y la Provincia Santo Domingo (AEIH) reivindicó el papel de la fuerza laboral, planteando que la única forma que tiene el país de competir es con empleados de calidad y con salarios dignos. Esta es una de las principales afirmaciones de los directivos de la entidad empresarial, Wadi Cano  y César Nicolás Penson, durante el Desayuno Económico de elCaribe.

“Usted puede combatir la pobreza con toda la poesía que quiera. La pobreza sólo se combate con empleos dignos y bien pagados. La única forma de competir en esta etapa es teniendo empleados de calidad, bien conscientes de lo que tienen, fieles a la empresa y, a la vez, que la empresa sea fiel con ellos y que garantice un ambiente laboral de calidad. El haber más importante de una empresa son sus empleados”, señaló Penson.

El aspecto de la calidad laboral es uno de los pilares de calificación para el Premio Nacional a la Calidad, galardón que durante 20 años la AEIH ha venido otorgando. El ánimo que empuja el premio es elevar la cultura empresarial a otro nivel, con el objetivo de crear e incentivar una cultura de la calidad; de manera que la República Dominicana posea empresas con capacidad de competir en un contexto internacional cada vez más interconectado y exigente.

La filosofía de la calidad

Este tradicional premio ha sido ampliado para incluir al sector servicios. El presidente de AEIH explicó las razones para el mayor alcance del premio. “Se nos acercaron varias instituciones, y nos dijeron que porqué no empezábamos ya, con la experiencia adquirida, a premiar sectores que también se esmeraban en los procesos de calidad, no solamente en el área industrial”, dijo Cano Acra.

La asociación entendió que el mejor aporte social de la premiación al país sería hacer prevalecer la calidad en todos los renglones productivos, no solo en el industrial, siendo lo único que hará que las instituciones mejoren. El proceso de recepción de solicitudes concluye en mayo, luego siguen 3 meses en los que se evalúan los candidatos, para finalmente realizar la premiación en el mes de octubre.

“No podemos vivir en un estado de mediocridad sistémica”, destaca Penson, llamando la atención sobre la actitud que durante años ha pervivido en la postura nacional. Destaca, asimismo, que esa forma fomentó durante años la mentalidad de que todo lo local es de mala calidad, teniendo siempre lo importado como superior. Penson entiende que “ya el mundo cambió”, y que las empresas dominicanas deben embarcarse en un rumbo de mejoría de sus procesos, ya que “la calidad es del sistema”.

“El consumidor se ha sofisticado en sus gustos, en su preferencia y en sus exigencias”, señala Cano Acra. “Si miramos estos años, veremos que, tristemente,  muchas compañías han desaparecido del mercado. Sin embargo, muchas empresas que están vigentes, compitiendo en el mercado local, han asimilado estándares de calidad necesariamente. No hay una empresa local que esté compitiendo que no tenga un estándar de calidad establecido, que no haya dado un giro a su gestión de negocios”. Cano, además, destacó que no solamente es el producto per se lo que debe ser mejor, sino que todos los procesos son evaluados con estándares internacionales: producción, respeto al medio ambiente y responsabilidad social empresarial.

La economía ya no es local

La entrada de la economía dominicana en el escenario internacional, con los riesgos y retos que comporta, hace aún más acuciante el despegue definitivo de todos los sectores económicos del país. El dominicano no acepta lo mediocre solo porque es lo que hay; sabe que tiene opciones en otros productos equivalentes de procedencia extranjera, lo que lleva a la adquisición de productos importados.

Con los aranceles proteccionistas, que venían desde la retirada de las tropas estadounidenses en 1924, se intentó fomentar una industria local en un ambiente protegido. Esto se logró, pero no el que esas empresas se proyectaran como orientadas a exportar, lo que ha generado el visible retraso del país en este punto.

“Se le daba una ventaja al producto nacional, pero la verdad es que ese proceso no produjo la transformación necesaria para que las empresas se volcaran hacia la exportación. Entonces, el proceso no se completó. Nosotros pretendemos revertir ese proceso, de manera tal que con otra visión, y con un mercado mucho más amplio, nos proyectemos a mercados más lejanos”, destacó Penson.

Cambio de paradigma

La mentalidad a nivel público y privado debe abrirse. Entienden que el Gobierno debe mantener las reglas claras y estables para que las empresas puedan dedicarse a mejorar : “Si ya yo estoy programado para hacer una inversión, mañana no me digas que hace falta otra cosa”, señaló Cano Acra. Ambos empresarios también subrayaron fuertemente la necesidad de lo que llamaron “un cambio de paradigma” en la mentalidad  empresarial, y la urgencia de combatir juntos para colocar al país entero como exportador. “Aquí el empresario tiene que romper con muchos de sus esquemas. El empresariado costarricense se ven ellos todos contra los de otros países, aquí no es así. Hay que lograr que de alguna manera la producción nacional se encadene y convertirlo en exportación”, dijo Penson.

Wadi Cano Acra
No hay una empresa local que esté compitiendo que no tenga un estándar de calidad establecido, que no haya dado un giro a su gestión de negocios”.

César N. Penson
Hay que romper con el esquema de perro macho, de levantar la pata y esta esquina es mía, marcando territorio. Se necesita un nuevo paradigma”.

Un solo objetivo
Hay que lograr que de alguna manera que la producción nacional se encadene y convertirla en exportación”.

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