“No se preocupen tanto por lucir peinados rebucados,

“No se preocupen tanto por lucir peinados rebucados, collares de oro y vestidos lujosos, todas cosas exteriores, si no que más bien irradie…

“No se preocupen tanto por lucir peinados rebucados, collares de oro y vestidos lujosos, todas cosas exteriores, si no que más bien irradie de lo íntimo del corazón la belleza que no se pierde, es decir, un espírito suave y tranquilo. Eso sí que es muy precioso ante Dios”.
1 P. 3:3, 4.

El querer lucir bonitas, elegantes, es una actitud que no debemos perder nunca las mujeres. Pero debemos tener conciencia clara de algo: esto no es lo que nos hace realmente hermosas, valiosas.

Lo verdaderamente importante está en nuestro corazón, en nuestras intenciones, en nuestras acciones.

Cuando la belleza exterior es un reflejo de un alma que vive en integridad, que busca la paz y que actúa con misericordia y bondad, entonces no cabe dudas de que es la mejor y más grande belleza.
JOSEFINA NAVARRO
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