l ¿Cómo inicias tu transitar por el mundo de la música?
l Inicié por casualidad, a los 8 años. Mi madre me inscribió junto a mis hermanas en varias disciplinas artísticas con la finalidad de ocupar nuestras tardes. Con el tiempo nos inclinamos mucho más por la música, y así la continuamos hasta volverla nuestra vocación, carrera y hobby.
l ¿Algún recuerdo especial de tus primeros años?
l Viví muchas experiencias especiales, era un mundo nuevo que se abría ante mis ojos. Un recuerdo especial fue la participación del coro de la Escuela Elemental de Música Elila Mena, al que pertenecía, en un encuentro coral en la ciudad de Mérida, Venezuela.
l ¿Quiénes han jugado un papel importante en tu formación?
l Mi familia ha sido fundamental en mi formación, en especial mi madre, quien desde el inicio me brindó su apoyo incondicional. He sido bendecida pues he tenido excelentes profesores a lo largo de mi formación académica, tanto en República Dominicana como en Europa.
l Al momento, ¿cúal consideras tu mayor logro?
l Son muchos. Me he presentado como solista de orquesta en Alemania y Austria. He sido invitada a tocar en grandes orquestas europeas como la Sinfónica de Viena, Orquesta de la Radio de Austria y la Filarmónica de Stuttgart.
He grabado como solista con orquesta para el sello Gramola Vienna, y he participado en cientos de conciertos de música de cámara alrededor de Europa.
Considero que el haber ganado las plazas de flauta principal en la Orquesta Sinfónica de Tirol, Innsbruck, y la Orquesta Sinfónica de Leipzig han sido mis mayores logros, pues fueron audiciones en las que concursé junto a excelentes profesionales de la música.
l Cuéntanos un poco acerca de la experiencia de primera flautista en estas orquestas. ¿cómo se da?
l En el mundo de la música clásica existen las audiciones, que no son más que concursos para ocupar una posición en una orquesta, y que dependiendo de tu hoja de vida eres invitado a participar en ellas. En éstos exigen un programa que tienes que preparar para presentarlo frente a un jurado compuesto por miembros de la mismas orquesta. Quienes deciden participar, que van desde 20 a 50 y en otros casos hasta 100, pasan por un proceso de depuración que consta de entre tres y cinco etapas. En cada una presentan una parte del repertorio exigido. Al final eligen un máximo de cuatro finalistas, de los cuales sólo uno es escogido para el puesto. Ese fue el proceso que viví para obtener ambas posiciones, lo cual me llena de mucha satisfacción personal, ya que se presentan flautistas muy experimentados de mucha trayectoria.
l ¿Y sobre tu participación en el ensamble Spirituosi?…
l Ha sido muy especial. No sólo por su formato, de una rareza exquisita combinando voz, flauta, guitarras y violonchelo, sino también porque comparto escenario con mis hermanas. Disfruto mucho el trabajo con ellas, en ensayos y conciertos. Además, admiro la misión de nuestro ensamble: la difusión de la música clásica y folclórica de Latinoamérica en Europa.
l ¿Qué significa ser parte de una familia de hermanas músicos?
l ¡Es algo muy hermoso! Todas nos entendemos muy bien pues sabemos lo que conlleva ser músico. Nos apoyamos y nos damos consejos musicales.
l ¿Qué has aprendido de Nathalie? ¿Y de Nicole?
l Mis dos hermanas son seres excepcionales. Le agradezco a Dios infinitamente el haber nacido en la misma familia y continuar juntas en nuestras carreras. De Nathalie he aprendido a “soltar”, y de Nicole, la determinación.
l Lo más difícil del mundo musical es…
l Actualmente las nuevas generaciones han alcanzado un nivel técnico sin precedentes, por ello la competencia en el mundo musical clásico ha crecido y llama a una disciplina constante.
l Planes futuros…
l Próximamente estaré participando en el festival internacional SAXFEST 2014, que se presentará en el MuTh, sala de conciertos de los niños cantores de Viena. Además, seguir participando en los conciertos junto a la Orquesta Sinfónica de Leipzig, de la que formo parte, y con el ensamble Spirituosi. l
