La Biblia, en el Evangelio de Mateo capítulo 7, versículos del 18 al 20, establece lo siguiente: “No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos… Así que por sus frutos los conoceréis”. Quienes conocemos a Danilo Medina estamos convencidos de que él, un árbol bueno, iba a dar muchos buenos frutos como presidente. Y esto lo hemos confirmado al evaluar el dircurso que dio a la nación para evaluar sus primeros 100 días de gobierno.
Sus palabras fueron sinceras, sencillas, claras, educativas y llenas de la honestidad de un hombre que como político está para servir a los demás.
Dijo que con las medidas que se han tomado en estos 100 días se ha iniciado un gran cambio en el Estado y en la sociedad dominicana. Habló de un gran cambio revolucionario pero pacífico y democrático.
Con la verdad en sus labios y en su corazon Danilo dijo: “Una revolución pacífica y democrática no se hace de la noche a la mañana. Pero avanza, a veces, de forma silenciosa, cada minuto. Un gran cambio comienza con dos pilares: cambio de actitud y claridad del proyecto. Y eso, ya lo hemos demostrado. Se alimenta en la seriedad de los propósitos y en el cumplimiento de promesas. Y de eso ya estamos dando pruebas.”
Mostró como pruebas más de 20 medidas tomadas en estos escasos 100 días que muestran lo mucho que se ha hecho en tan poco tiempo. Medidas como el Código de Pautas Eticas, la prohibición de usar dinero público para financiar fondos de pensiones, la venta de vehículos de alto cilindraje, la eliminación de las tarjetas de crédito a los funcionarios, la eliminación de los permisos de importación y los viajes internacionales con una reducida comitiva, son muestras claras de la voluntad ética y transparente en el uso de los recursos públicos.
Decisiones de corte cuasi revolucionario como el Plan Nacional de Alfabetización, el Plan Quisqueya Sin miseria, la Ventanilla Unica, el Plan Nacional de Construcción de 29 mil aulas en cuatro años, el Plan de Titulación de los Terrenos del Estado y el Plan de Construcción de Viviendas Populares, muestran que Danilo quiere revertir y derrotar la injusticia social.
Medidas como garantizar el 4% para la educación preuniversitaria, dar 29 mil becas nacionales y 2 mil becas internacionales en el 2013, aportar 10 mil millones para la micro, pequeña y mediana empresa, eliminar el pago de cuota de recuperación en los hospitales, aportar 500 millones de pesos para el Fondo de ayuda para enfermedades catastróficas, incluir medio millón de personas en el regimen subsidiado de la seguridad social en el 2013, entregar 10 mil millones de pesos a los comedores económicos y al plan social de la presidencia y comprometerse a la solución del problema de la barquita y del lago Enriquillo, muestran el rostro humano y la voluntad de enfrentar con decisión la pobreza. Cada una de estas medidas es el cumplimiento de las promesas que Danilo le hizo al país cuando era candidato.
En estos cien días y con Danilo, se confirma la verdad bíblica de que “por sus frutos los conoceréis”.
