“Proceso democrático” en Haití

El presidente uruguayo José Mujica ha dicho que duda que el régimen haitiano tenga la voluntad de una continuidad de renovación democrática.

El presidente uruguayo José Mujica ha dicho que duda que el régimen haitiano tenga la voluntad de una continuidad de renovación democrática. Entrevistado en el informativo Telenoche de su país, el mandatario uruguayo sostuvo que las razones para un eventual retiro tienen que ver con “factores de estancamiento político de la propia sociedad haitiana”.

Como percibe la comunidad internacional, Mujica también considera que en Haití hace rato que se debió convocar a elecciones para renovar el Senado.

La retirada del contingente uruguayo, que integra la misión de paz de la ONU, podría obedecer también a que, apunta Mujica, “una cosa es tratar de ayudar al pueblo haitiano para que construya una policía que se haga cargo de la seguridad, y otra cosa es estar indefinidamente ahí con un régimen que por lo menos nos hace pensar dudosamente en cuanto a una continuidad de renovación democrática”.

No sólo en el aspecto de seguridad tiene Haití problemas. También en otras áreas vitales que tienen que ver con su precaria institucionalidad o falta de ella y su incapacidad para resolver los problemas de la población. El tiempo discurre y vemos a esta hermana nación estancada, inoperante, como un estado fallido, inhabilitado hasta para documentar al grueso de sus habitantes.

Haití da la impresión de estar a la espera de que le caiga maná del cielo, cosa que ni a los mismísimos cristianos les cae sin un mínimo esfuerzo. Como reza el dicho “ayúdate que yo te ayudaré”.

Los que dirigen una nación deben cifrar sus esperanzas en sus esfuerzos, en su capacidad de trabajo, en su recurso humano en el cual deben invertir, y al cual deben respetar. Y aunque aún no es un hecho el retiro de las tropas uruguayas, por las palabras del mandatario se interpreta que esa es su voluntad.
 
Hasta tanto Haití no internalice su crítico estado, su verdadera necesidad y no entienda que la solución debe venir de su propio esfuerzo, no de la comunidad internacional, no logrará salir del estado deprimente en que se encuentran sus ciudadanos, en su gran mayoría, tanto dentro de su territorio como fuera.

Haití es como un enfermo terminal que no muestra interés en luchar para poder seguir viviendo.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas