“What to expect when you are expecting”

Desde que en junio del 2011, el Presidente Hugo Chávez confirmó desde Cuba que se encontraba en recuperación luego de una operación…

Desde que en junio del 2011, el Presidente Hugo Chávez confirmó desde Cuba que se encontraba en recuperación luego de una operación para removerle un tumor con células cancerosas, el mundo comenzó a elaborar escenarios sobre los posibles cursos que podría tomar la revolución bolivariana que ha ejecutado uno de los líderes más carismáticos de la América Latina.

Al igual que Perón en Argentina, Getulio Vargas en Brasil y Lázaro Cárdenas en México, cuyas reformas y políticas enmarcadas en el nacionalismo y populismo macroeconómico como lo conocemos hoy, Chávez ha dejado una impronta muy marcada, aunque con una variación predecible en estos tiempos de globalización: la exportación de concesiones económicas hacia los países latinoamericanos amigos de Venezuela y en aprietos por las alzas de los precios del petróleo.

Petrocaribe, un programa de apoyo del Gobierno venezolano de Chávez para moderar el impacto de las alzas de los precios del petróleo sobre las cuentas externas y fiscales de los gobiernos de países importadores de petróleo, ha sido un factor de gran importancia para que muchos países de la región hayan podido hacer frente a las alzas de los precios del petróleo en los últimos años y a los vientos recesivos que se iniciaron a finales del 2008 y todavía siguen soplando.

El Gobierno de República Dominicana ha sido uno de los principales beneficiarios de Petrocaribe. Desde que se inició el programa en el 2005 hasta finales del 2012, el Gobierno dominicano habrá recibido un financiamiento por unos US$3,300 millones.

Sólo en este año, los desembolsos superarán los US$750 millones. Este financiamiento se concede con un período de gracia de 2 años, un vencimiento de 25 años, y una tasa de interés anual de apenas el 1% si el precio del barril de petróleo supera los 40 dólares.

¿Se mantendrá Petrocaribe después de Chávez? En realidad, nadie lo sabe, independientemente de que un miembro del partido de Chávez o un contrario gane las elecciones que se celebrarían si el Presidente venezolano desaparece antes de enero del 2017. Lo que sí se sabe es que no solo la salud del Presidente Chávez es muy frágil. Aunque con menor drama, la salud de la economía venezolana está en un estado precario, a pesar de flotar sobre las reservas petroleras más grandes del planeta, 300 billones de barriles según la propia OPEC.

Los ingresos del Gobierno, que en el 2006 ascendieron a 37.6% del PIB, este año terminarán en 20.5%. El gasto público también se redujo de 38.8% del PIB en el 2006 a 31.3% en este año. El déficit fiscal, que alcanzó 1.2% del PIB en el 2006, terminará este año en 10.8%, el más alto de toda la región. La deuda del Gobierno, que en el 2006 alcanzaba US$44 billones, terminará este año en US$114 billones.

A pesar de tener un superávit importante en la cuenta corriente de la balanza de pagos debido a las elevadas exportaciones de petróleo, la cuenta de capitales y financiera registra un déficit enorme año tras año. En los últimos tres años, la fuga de capitales en Venezuela, ha llegado a 63,000 millones de dólares.

De ahí que el Banco Central haya perdido reservas por US$16,400 millones en los últimos 4 años, a pesar del superávit en la cuenta corriente. En adición a los beneficios de Petrocaribe, República Dominicana ha sido favorecida también por la llegada de capitales venezolanos que han sido invertidos en el sector financiero, inmobiliario turístico, desarrollos inmobiliarios comerciales y plazas comerciales, entre otros.

En la pérdida de reservas que ha sufrido Venezuela ha incidido también el régimen de tipo de cambio fijo, que al coexistir con una inflación que ha promediado 26% en los últimos 5 años, ha generado una fuerte apreciación del bolívar, encareciendo las exportaciones de bienes no petroleros y abaratando las importaciones.

El dólar oficial se transa a 4.30 bolívares aunque para algunas transacciones autorizadas el cambio es de 5.30. En el mercado negro, las transferencias de dólares al exterior se pagan a 16 bolívares por dólar.

Detrás de la inflación acelerada está una expansión brutal del crédito interno. Entre el 2004 y el 2011, el crédito doméstico en Venezuela ha crecido a una tasa anual de 52%, la más alta de la región. Todo lo anterior hace prever una fuerte devaluación del bolívar en el mercado oficial en el 2013, lo que a su vez aumentará la inflación. Una inflación más alta se combinaría con un desplome del crecimiento.

En el 2012, el PIB creció 5%, producto en gran parte del boom del gasto público generado por la campaña electoral. En el 2013 apenas crecerá 1% según Moody’s y 2% según la CEPAL. Más inflación, más desempleo y menos crecimiento, darán lugar a mayores presiones internas para el cambio de políticas. Y un previsible “Venezuela First” como contrapeso a la concesión de beneficios enormes a los países amigos.

Vista la fragilidad de la economía venezolana, ¿qué deberíamos esperar con relación a Petrocaribe? Dejando a un lado los pronósticos siempre alentadores del Modelo Altagraciano, el mantenimiento de Petrocaribe, tal y como lo conocemos hoy, luce tan improbable como una final de Escogido y Licey la última semana de enero del 2013.

El Gobierno dominicano debería tener un menú de opciones ante la eventualidad de que los beneficios de Petrocaribe sean gradualmente eliminados.

La forma más sana de irse preparando para este previsible desenlace es el fortalecimiento de las finanzas públicas, a través de mejoras en la calidad del gasto y un aumento gradual de la capacidad recaudatoria.

Para el año 2013 el Gobierno se ha comprometido a reducir el déficit fiscal a 2.8%, contrayendo fuertemente el gasto y aumentando un punto a la presión tributaria.

En la medida en que la administración del Presidente Medina vaya demostrando a la población que el dinero que recibe de los impuestos se está utilizando con transparencia y efectividad, asimismo irá aumentando el nivel de tolerancia de la población a las futuras reformas impositivas requeridas para cumplir con la Estrategia Nacional de Desarrollo y compensar por la eventual desaparición de los beneficios de Petrocaribe.

En el ínterin, el Gobierno dominicano deberá evaluar opciones creativas en el manejo de su deuda y el servicio de la misma que le permitan liberar recursos para neutralizar la posible y eventual baja del financiamiento de Petrocaribe. Debe prepararse para tener, transitoriamente, una mayor dependencia de los mercados globales de capitales como fuente de financiamiento.

Una buena dosis de transparencia fiscal y excelente comunicación con las firmas calificadoras de riesgo, permitirían garantizar el acceso a esos mercados, no al 1% que nos presta Petrocaribe, pero sí a las tasas muy razonables que hoy se transan los bonos dominicanos en el mercado secundario. l

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