Detestado por muchos por su secuela de tragedias y polémicas, en realidad no todos quieren que 2016 termine de una vez por todas.Para LeBron James, se trató de un año extraordinario. “Fue algo mágico”, dijo el astro de los Cavaliers de Cleveland. “Me sentí como Aladino, volando en mi alfombra mágica”. El Rey James en la cima del mundo. LeBron brilló en su segunda temporada luego de volver a Cleveland, un regreso a su casa coronado por una remontada épica en la final de la NBA para regalar a la ciudad su primer título en una liga profesional en 52 años.
Nadie pudo detener a James este año. Deslumbró en la cancha, sin dar muestras de que su cuerpo esté desgastado en su 14ta temporada en la liga. Trepó en todas las listas estadísticas históricas, y quizás esté jugando mejor que nunca.
Pero las estadísticas no describen a plenitud el impacto de James, quien este año amplió su imperio de negocios y se involucró más en causas filantrópicas y sociales, en Ohio y el resto de Estados Unidos. El rostro de la liga también es el representante de toda una región, que se transformó por su retorno.
El niño mimado de Akron, una ciudad satélite de Cleveland, se ha pasado la vida entera con el mote del “próximo Michael Jordan”.
Al cumplir 32 años el viernes, podría decirse que hasta ha superado las expectativas, sobre todo después de un año inigualable en el que ganó su tercer título de la NBA, fue elegido Jugador Más Valioso de la final, visitó la Casa Blanca y recibió el premio del Atleta Masculino del Año de The Associated Press. “Sí, ha sido un año tremendo, ha sido el mejor, porque soy un tipo que vive en el presente”, dijo recientemente a la AP. “Pero no sólo por las cosas que he logrado individualmente, sino también por las cosas que he podido hacer para inspirar a otros con mi fundación y a la gente de esta ciudad. Sin duda, ha sido un año tremendo”, dijo.
El regreso de James y sus logros también han llenado de orgullo a una ciudad que, durante décadas, ha sido objeto de chistes y burlas por sus fracasos deportivos y por no contar con el caché de otras metrópolis en el corazón de Estados Unidos. Ahora que tiene tres anillos de campeón, la mitad de los seis de Jordan, se ha intensificado el debate sobre su puesto en la lista de los mejores jugadores en la historia.
“Somos jugadores muy distintos”, respondió cuando le preguntaron que analizara el juego de Jordan a los 32 años. “Él era más anotador, y en ese momento trabajaba mayormente posteándose. Pero nuestros estilos son diferentes. Su físico era distinto”, agregó.
LeBron tiene un poco de muchas leyendas
A juicio del entrenador de Cleveland, Tyronn Lue, James no puede ser comparado con ningún otro jugador. Más bien, es una mezcla de las mejores cualidades de otros grandes exponentes en la NBA. “Tiene la potencia y la explosividad de Dominique Wilkins, a veces la capacidad anotadora de Jordan”, dijo. “La visión y la manera en que lleva el ritmo de Magic Johnson”, explicó.