Recientemente se inauguró en el Centro Cultural Mirador Santo Domingo una interesante muestra del artista Leonardo Sanz. En la misma, el artista proyecta una serie de configuraciones en las que no pierde la naturaleza de su visión estética.Amparado en referencias, hasta cierto punto fragmentadas, este creador se las ingenia para proponer una nueva realidad de su mundo interior, donde la memoria histórica no escapa al conjunto de experiencias que intenta aportar.
De ahí que el universo taíno se convierta en móvil para transmutar una serie de elucubraciones que bien pudieran despertar cierto interés por encauzar el pasado histórico, a veces distorsionado, en un presente que todavía no logra reconocer su verdadera identidad.
Es de ese modo que el conjunto expositivo intitulado “Mundo Lesanz: Taíno del futuro”, nos hace pensar en una “no involución” progresiva del hombre que en vez de ir al pasado para nutrirse de referencias y vivir el presente, más bien se alimenta de lo que podría ser el futuro, procurando dar pasos agigantados hacia un universo que sólo se hace perceptible en las obras de Leonardo Sanz, toda vez que como espectador logres convertirte en viajero de este trayecto de emociones.
El color como siempre será el aspecto más relevante en las obras, además de la espacialidad que logra el artista en la superposición de planos. La figura humana en tanto centro del universo, siempre va a formar parte de la composición, casi siempre invadida de motivos florales y geométricos, imágenes de frutas, mariposas, corazones, estrellas, porque en cada individuo habitan sueños que pululan tanto dentro como fuera de sí y esperan ser alcanzados a medida que transcurren los años. Sin embargo, en el proceso, la más de las veces construimos sueños que permanecen guardados en el subconsciente y que a medida que crecemos los vamos olvidando y borrando de la memoria. De manera que al estampar estas imágenes coloridas en las figuras humanas, Leonardo Sanz nos hace un llamado a que luchemos para que esas estampas permanezcan como parte de nuestra esencia.
