Los que se estén adhiriendo a la creencia de que el presidente Leonel Fernández pueda estar cerca de su ingreso al CAP (Club de los Acabados Políticos) que bajen de esas nubes. No hay que ser genio ni clarividente para saber que hay y habrá Leonel para rato(s). Y quienes lo duden, que den seguimiento a los pasos y actividades del presidente, y ni qué decir de sus palabras. Como ejemplo, basta repasar lo acontecido ayer, día en que el exmandatario celebró un nuevo aniversario, el 59, de su nacimiento. Bien organizado, hubo saludos, besos, felicitaciones, regalos, registros de asistencia, reiteraciones de lealtad y amistad, y “bultos” en la Funglode, además del toque mágico y romántico del tempranero mensaje de Twitter de Margarita felicitando a su amado, y el reparto ordenadito, hecho “por sorpresa” en algunas esquinas céntricas de la capital, de cajas con productos y golosinas propias de la época, adornadas con la foto de Leonel. Todo esto merece un buen ¡je, je, je…!
¡Aaayyy… lo dijo!
Y como si fuera poco con eso, el presidente Fernández, a propósito de su onomástico y las felicitaciones y saludos recibidos, también lanzó “paqueticos” verbales (porque si dejan que hable) cuando dijo a varios periodistas lo siguiente: “En definitiva, el aprendizaje es que la vida pasa rápido, antes eran muchos, ahora pocos. Lo que uno termina por descubrir es que la vida es corta y, por consiguiente, hay que sacar el mejor provecho, promover el bien y ayudar a todo el que pueda siempre”, y también comentó: “La celebración de este cumpleaños, fuera del poder, vale más porque quienes llegan a saludar y a felicitarnos lo hacen no para saludar al presidente, sino al amigo”. ¡Aaayyy…, pero lo dijo…!
Coincidencias
Un día como ayer, en diferentes años, nacieron el presidente Fernández, el ministro de Hacienda, Simón Lizardo, …!y el camarada y gran timonel Mao Tse Tung!, allá en la lejana China Popular. Coincidencias de la vida…
