Sin que ningún sector esté ejerciendo en estos días presión, o siquiera hablando del asunto, el ministro Administrativo de la Presidencia José Ramón Peralta planteó aprobar la norma de regulación de los partidos desde ya, antes de las elecciones.
Aunque Peralta no refleja necesariamente la posición del PLD, que se rige por sus órganos y los dirigentes con facultad para tomar iniciativas, se presume que una declaración como esa tiene el aval de su jefe, el Presidente de la República.
El ministro le dijo a Diario Libre que el momento de aprobar un estatuto como ese es ahora, previo a que haya un nuevo Congreso donde se creen intereses entre los legisladores que estarían buscando reelegirse.
La idea no deja de ser sorprendente, porque ya los partidos hicieron sus arreglos internos para escoger candidatos. De modo que no tendría ningún objeto para ese caso en esta coyuntura, pero si lo desearan, podría ayudar a higienizar la campaña desde enero hasta el último día.
¿Pero de verdad se querrá aprobar un proyecto de ley de partidos? Si así fuere, sería fácil. El PLD sigue con mayoría en el Congreso, su aliado PRD cuenta con una cuota significativa. El PRM, si se interesa en el asunto, y de hecho ya su candidato lo favoreció a condición de que no sea la propuesta del PLD, entonces es cuestión de que haya un encuentro con ese propósito.
¿Quiénes podrían contribuir a facilitar un acercamiento de la oposición y el oficialismo?
Mientras tanto, se nos ocurre observar que entre hoy y el 16 de agosto de 2016 se abre un período interesante, durante el cual los partidos podrían aprobar importantes iniciativas que inexplicablemente no terminan de ser convertidas en leyes.
Quizás la alianza del PLD y el PRD tendría alguna trascendencia histórica si sirviera para aprobar materias pendientes de las reformas constitucionales recientes y diversos aspectos claves para la vida institucional dominicana.
