NUEVA DELHI — El activista contra la corrupción en la India, Anna Hazare, está decepcionado por la reacción del gobierno indio contra su huelga de hambre, dijeron el lunes sus colaboradores, mientras que el primer ministro parece obstinado en no ceder a sus exigencias.
Mientras Hazare lleva siete días de huelga de hambre, el primer ministro Manmohan Singh dio un discurso por televisión a nivel nacional insinuando que el activista acusaba injustamente al gobierno por condonar la corrupción al tiempo que ignoraba lo difícil que resulta desarraigarlo.
«Todas las personas en su sano juicio están de acuerdo en la necesidad de enfrentar todas esas fomas de corrpción», destacó Singh. «Pero me parece que la complejidad de la tarea no es debidamente apreciada. No existe una varilla mágica que pueda resolver el problema de una pincelada», agregó.
Hazare — rodeado de las cámaras de televisión y de miles de simpatizantes durante su ayuno— ha prometido absteners de ingerir alimentos indefinidamente a menos que las autoridades adopten su versión de ley que establece una oficina que vigile la corrupción, hasta el 30 de agosto.
El hombre diminuto, de 73 años de edad, ha rechazado un proyecto de ley del gobierno por considerarlo muy débil porque no incluye al poder judicial ni a la oficina del primer ministro.
Singh ha manifestado que el anteproyecto está en preparación presentado al Parlamento para su debate a fin de lograr un consenso nacional.
