Linnette Lora, la invitada no invitada

Linnette Lora canta, baila, se despatilla, “pela” coco con los dientes y, además, consigue entrar a los lugares sin invitación.…

Linnette Lora canta, baila, se despatilla, “pela” coco con los dientes y, además, consigue entrar a los lugares sin invitación. ¿Quién es la del papagayo en la cabeza que fue al Casandra y quedó entre las peores vestidas? Oh, Linnette Lora. ¿Y quién es ella? Oh, Linnette Lora… ¿Canta? No. ¿Baila? No. ¿Es actriz? Tampoco… Bueno, eso último no del todo. Puede que lo sea a medias.

Les explico lo de actriz: Linnette, una directora de arte de una agencia publicitaria y diseñadora de “Fack”, su propia colección de zapatos- esos que tienen puyas- lleva tres años consecutivos jugando a ser famosa: llega a los premios Casandra montada en un carrazo de lujo, saluda al público, desfila toda ella en la alfombra roja, posa para que los fotorreporteros le hagan fotos, firma autógrafos a todo aquel que, pensado que es una cantante de rock, se lo pida; y, finalmente, se sienta en el Teatro Nacional a disfrutar de la ceremonia de premiación en vivo. De ahí- ahí. Todo, sin estar en lista de invitados ni poseer siquiera un cartoncito que parezca al menos que es la invitación.

Sí, ese es el día en el que Linnette sale de su “anonimato” y pasa a ser estrella de premiación. ¿Por qué lo hace? “Porque me gusta esa vagabundería, lo disfruto”… dice, y luego deja escapar roncas carcajadas.

Es más, es honesta. Acepta que ni siquiera va por la ceremonia, sino simplemente por todo el aparataje de la alfombra roja. ¿Que quedó entre las peores vestidas? Créanme, eso a ella no le importa. “Jajajaja. Yo solo me río de eso. Me lo gozo. Digan lo que digan ese día fui famosa”.

Pero, ¿cómo es que la dejan entrar? Ah, sí, seguro por su “pinta” de rockera. Pues no. Dice ella que es por el carro de lujo. “Aquí si te ven bien montada piensan todo lo que no eres”. “Emjé”, entonces andas bien montada… pregunté. ¿Su respuesta? No. “Pongo por Twitter o Facebook ¿quién con un carrazo me puede llevar? Y de ahí saco cómo me voy.

Lo lindo es que así llega a otros eventos que nada tiene que ver con los premios Casandra. Sí, para hacerlo hay que estar en una de dos situaciones, loca o loca de remate. Pero más que eso, hay que tener una personalidad de acero. Y realmente sentirse única. Eso… eso… justamente eso, es lo que a esta chica le sobra. Acéptenlo, con gente como Linnette, el mundo se vuelve divertido.

Un video de ella por si todavía hay espacio para dudas:

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