PANAMÁ — El exdictador panameño Manuel Noriega fue trasladado a una audiencia ante un juez como parte del proceso que le permitirá acceder a un arresto domiciliario y prepararse para una cirugía.
Noriega, de 82 años, fue llevado en vehículo desde una cárcel cercana al Canal de Panamá a una oficina de audiencias en medio de fuertes medidas de seguridad. Ingresó a la sala en silla de ruedas, vistiendo un abrigo oscuro y una gorra roja.
Se trata de un trámite en que el otrora hombre fuerte del país se notificará ante un juez y sus abogados explicarán las razones por las cuales solicitaron que se le permita cumplir sus condenas en casa. Un tribunal otorgó esa medida de manera temporal para que el ex general se prepare para una operación en la que se le extirpará un tumor cerebral benigno prevista para el 15 de febrero.
Noruega cumple varias condenas por asesinato desde su extradición en diciembre de 2011.
El juez escuchará los argumentos y deberá decidir si está de acuerdo o no con la medida de arresto domiciliario.
Noriega, quien asumió el control del país en 1983 en medio del régimen militar, fue expulsado del poder por la invasión de Estados Unidos el 20 de diciembre de 1989. Días después se entregó a las autoridades estadounidenses que lo trasladaron a ese país para que enfrentara cargos por narcotráfico.