El 12 de julio de 2012, se celebró en la Asociación de Cronistas la primera reunión para escoger 100 álbumes esenciales de la música dominicana. Por primera vez, la institución ponía en marcha un proyecto de esta naturaleza.
Como en el país no hay tradición en este tipo de iniciativas, que sí las hay en muchos países (en Estados Unidos la revista Rolling Stones, por ejemplo, suele impulsar estas polémicas selecciones, de todo tipo), consultamos sobre quiénes podían asumir esta responsabilidad, que tuvieran criterios no solo musicales sino también de sentido común, y se fue armando un “jurado” a partir de nuestra realidad.
Además de las 12 personas que aparecieron ayer en el anuncio de la selección, publicada por los diarios, se invitaron los editores de las secciones de espectáculos de los periódicos (aunque solo Fausto Polanco asistió a las reuniones) y un puñado de acroartistas que acogió con entusiasmo el desafío.
Se invitaron melómanos muy conocidos de Santo Domingo, nos reservaremos sus nombres por razones de privacidad, a gentes con conocimientos artísticos y de otras áreas, pero al final quedaron los que terminaron en el proceso que se extendió por más de seis meses, con interrupciones propias de la dinámica cotidiana en Acroarte.
El jurado, desde el principio, resolvió no invitar a ningún artista, ninguna persona vinculada a la producción musical (con excepción de Tommy García, que se convocó como director del Museo de la Música Dominicana), para evitar, naturalmente conflictos de intereses.
Fue un trabajado enriquecedor, donde los participantes aprendimos y disfrutamos cada jornada de trabajo. En el periodismo de espectáculo, hay poco interés de participar en proyectos culturales como este, más cuando se asumen desde una institución. Como toda lista de selección (afortunadamente esta es “esencial” y no “lo mejor de…”), en la que aparecen representados casi todos los estilos musicales, en los 60 años que abarca la misma, quedan fuera álbumes que, por razones obvias, no entraron. Pero ahí está la lista, ojalá que el debate sea tan interesante como lo fue el proceso de selección.
