Los Bulls y Derrick Rose

Los Bulls de Chicago han llegado hasta aquí sin la ayuda en cancha de Derrick Rose. Es un equipo que se encuentra súper motivado en estos playoffs de la NBA.

Los Bulls de Chicago han llegado hasta aquí sin la ayuda en cancha de Derrick Rose. Es un equipo que se encuentra súper motivado en estos playoffs de la NBA. Primero se llevaron en siete partidos a los Nets de Brooklyn, quienes salieron como favoritos en su serie de primera ronda, y después consiguieron un triunfo en la casa de los favoritos Heat de Miami en el primer encuentro de las semifinales de la Conferencia Este.

Me parece que han llegado donde nunca nadie imaginó sin su armador estelar, quien, además, para muchos es uno de los mejores cinco jugadores de la NBA.

Ahora existe la posibilidad de que Rose, quien ha estado inactivo durante toda la temporada por una ruptura del ligamento cruzado en su rodilla izquierda, esté en uniforme con los Bulls en el tercer partido de la serie que se jugará mañana. Se desconoce si jugará o no.

Si es la primera, realmente ignoro qué busca Chicago con esta decisión, tomando en cuenta que los antecedentes más recientes no han surtido los efectos deseados (Jameer Nelson con los Magic de Orlando en 2009).

No sé hasta qué punto las condiciones de baloncesto de Rose pueden ayudar a los Bulls. Es obvio que si regresa ni siquiera va a estar en el quinteto titular y que sus minutos en cancha irán subiendo gradualmente.  Es una situación delicada, especialmente cuando el jugador que sustituye a Rose, Nate Robinson, ha sido una de las grandes razones por la cual ese equipo se encuentra en esta posición.

Es obvio que Rose es el mejor jugador de los Bulls y que en algún punto debe regresar, pero determinar hasta qué punto su entrada puede ayudar a su combinado luce muy cuesta arriba.

Sin embargo, en términos motivacional tenerlo uniformado en la banca después de todo lo que pasó debe ser un gran aliciente para sus compañeros quienes de por sí lucen como guerreros en cancha.

Decir que Rose, si llega a jugar, será otro problema para los Heat es ir en contra de la verdad, máxime cuando está claro que el armador de 24 años padece del miedo sicológico común en estos casos de lesiones tan contundentes.

Esperar es lo que nos queda.

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