El manejo de los niños en el uso de las redes sociales es un tema que preocupa a los expertos por el peligro que representa el mal uso de los mismos.“Mami dile a José que me deje entrar a su Facebook”, le dice llorando y de forma atropellada Marielis a su progenitora, que le responde que las cuentas en las redes sociales son personales y que ella no tiene derecho a revisar una ajena. En un mundo dominado por las redes sociales la conversación parece normal, excepto por el pequeño detalle de que el hecho involucra a una niña de 4 años, un niño de 11 y una adulta de más de 30.
En días pasados, dos personas conversaban sobre el Twitter y una de ellas hablaba de que sus seguidores iban en aumento, pero que le llamaba la atención que entre éstos tenía dos niños, por lo que les dio seguimiento, pues no entendía qué buscan dos menores siguiéndolo, debido a que las informaciones colocadas en este medio normalmente son noticias, denuncias y debates de temas políticos.
A diferencia de Facebook, que se usa para socializar la vida privada, la red de los 140 caracteres es usada normalmente para informar.
Los ejemplos anteriores abundan, ya que en la medida que las redes sociales crecen, los menores de edad igual tienen acceso a ellas, ingreso condicionado, supuestamente, a la supervisión de los padres.
Pero, ¿qué tanto es así en la práctica? ¿Cuáles mecanismos tiene un adulto para controlar el uso de estas herramientas en sus niños? ¿Es conveniente que éstos manejen cuentas y a cuáles peligros se exponen?, son preguntas que hay que hacerse ante la situación. En la actualidad, Facebook permite el acceso de mayores de 13 años, pero el mecanismo para impedir el registro de menores de esa edad es burlado por éstos con solo mentir en la fecha de nacimiento, al momento de crear a la cuenta.
“Si tú usas FB con menos de 13 años, está violando la política de la compañía. En el artículo 4, inciso 5, que versa sobre sus políticas de términos de uso, así lo establece. Las violaciones de la política puede implicar el cierre de la cuenta”, indica Isaías Ortiz, periodista, analista tecnológico y profesor del área. Empero, agrega que no sucede así con Twitter, red que según sus términos de registro no requiere edad determinada para su ingreso.
Los menores acceden a las redes sociales prácticamente por todos lados, desde los padres, que los premian con los celulares y laptop de última generación, la computadora del hogar, hasta los centros educativos que ofertan o exigen en sus planes tener iPod y iPhone, además de contar con zonas Wi Fi, señala la doctora Ana Simó, terapeuta sexual y familiar, quien considera que es muy difícil que los padres puedan controlar esta situación.
“Yo estoy de acuerdo con que los niños tengan un celular, pero tiene que ser limitado”, dijo, y al mismo tiempo explicó que las conductas inapropiadas que muestran los adolescentes y niños en Internet no son solo producto de una moda, sino que esconden mucho más.
“Entonces cuando tú ves en Facebook y en Twitter estos muchachos que empiezan a decir malas palabras, es una forma de llamar la atención (….) buscan tener muchos seguidores, entonces tienen que poner cosas plebes, tienen que poner malas palabras para poder llamar la atención, eso es lo que pasa”, señala la psicóloga.
En esos casos, Simó sugiere a los padres contratar los filtros que ofrecen las compañías de telecomunicaciones, los cuales se conectan a las computadoras propias; también tener la clave de las cuentas y fiscalizarlas constantemente.
“Usted tiene derecho a saber con quién su hijo está hablando, porque es que los pedófilos están a la orden del día y por ahí es que están acosando a los niños, igual que los ladrones, porque el muchacho está publicando ‘voy para el cine con mi mamá’, ‘voy a ir al campo con mi mamá este fin de semana largo’”, adujo. “Ahora bien, esto no es infalible, hay muchas páginas que no están establecidas, hay muchos niños que pueden saltarse los filtros”, dijo, el profesor Ortiz.
Una red sin control
“Tengo tres primas que tienen entre 10 y 14 años. Todas tienen Facebook y sus padres realmente no supervisan sus cuentas. Es normal ver en ellas imágenes violentas, conversaciones con lenguaje agresivo y exposición a temas sexuales”, refiere María Luisa Pérez, periodista y madre de una niña de año y medio. En el perfil de una de estas niñas muestra fotografías de armas de fuego, parejas besándose, al igual que comentarios acosadores contra compañeros de clases y vecinos y contra las personas de color. Y aunque María Luisa es una persona joven, no duda en expresar su rechazo a que los menores de edad tengan acceso a las redes sociales.