Equilibristras, trapecistas, domadores y payasos: el desfile de todos los héroes de nuestra infancia nos llevan a un mundo fabuloso donde los elefantes bailan en las butacas y los grandes felinos ronronean con ternura.
La inventiva de los fundadores de la Maison francesa y la habilidad de la de sus artesanos eran tan bien conocidos en el mundo del circo, que parece que Houdini, el mago famoso que desafió todos los mecanismos de seguridad en el siglo 19, también decidió enfrentarse a las inexpugnables- cerraduras de los baúles de Louis Vuitton.
Documentos de la época muestran que la mimo Kita siempre tuvo su baúl, hecho a la medida y personalizado a su gusto, siempre cerca de ella, incluso en el escenario. Era una pieza para atesorar.
Y como la leyenda y la magia van de la mano, el destino, sin duda, conspiraron para que la familia Rancy, que era dueña de un circo del mismo nombre, se instalara en esa época en la tierra junto a la casa Asnières. De ahí que un baúl Louis Vuitton fuera especialmente diseñado para convertirse en el transporte de elección para un pony enano, convirtiéndose la creación en la sorpresa de la feria.
La defensa de esta tradición, que se asemeja a las maravillas de la feria, acompañado con la pasión por viajar, permitirá que a mediados de Noviembre, las cortinas se levanten para mostrar las vitrinas de las tiendas Louis Vuitton en todo el mundo. Estas cortinas, como en el show, abrirán las puertas a un mundo lleno de fantasia brillante en el que todos los objetos expuestos se convertirán en nuestros anhelados sueños y nos mostraran la alegría de dar y compartir.
