Madurez técnica, pero no política

En 15 años en el sistema electoral dominicano se han introducido más de 20 cambios normativos, que incluyen tres reformas constitucionales, cinco reformas a la ley electoral y varias resoluciones.

En 15 años en el sistema electoral dominicano se han introducido más de 20 cambios normativos, que incluyen tres reformas constitucionales, cinco reformas a la ley electoral y varias resoluciones.Los expertos de la materia reconocen los avances, pero aseguran que se limitan a lo técnico, debido a que en términos democráticos y de participación política el sistema no ha madurado.

Tirso Mejía Ricart y Tácito Perdomo, coinciden en que los principales actores políticos son los principales responsables del pobre avance del sistema electoral en términos de participación. “Los partidos mayoritarios  hacen las leyes en función de sus intereses y no a favor de la democratización del sistema electoral. Por eso falta justicia”, sostuvo Perdomo.

Dijo que desde el punto de vista técnico el sistema electoral dominicano es uno de los mejores de América Latina.

“Nos hemos estado desarrollando desde el punto de vista técnico, pero no desde el punto de vista político, porque los cambios no han implicado que los miembros de la Junta sean fruto del consenso de las cámaras legislativas y que sean escogidos por las dos terceras partes del Senado y la Cámara de Diputados”, consideró Mejía Ricart.

Desde la óptica de Ricart, esa es una deficiencia que se refleja en el impasse que en este momento afecta el departamento de cómputos de la JCE, debido a que la persona que se señala como centro del conflicto ya fue objetado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y que ahora es el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) el que lo cuestiona. Dijo que esa es una muestra de que en los dos casos el ingrediente político fue lo que primó para que se fijen esas posiciones.

El presidente de la Junta Central Electoral  (JCE), Roberto Rosario, informó que en los próximos días ese organismo someterá ante las cámaras legislativas el proyecto de reforma a la Ley Electoral para adecuarla a la Carta Magna, de acogerse la modificación, superarían la veintena la cantidad de cambios que se han introducido al sistema comicial dominicano desde   1994 hasta la fecha.

Perdomo y Mejía Ricart coincidieron en que es urgente que se modifique esa ley. “No hay una instancia capaz de definir los límites de esa Junta y eso crea ilegalidad dentro del sistema”, observó Mejía Ricart. Perdomo, además de exigir que se modifique la Ley 275, abogó para que en ella se establezcan mecanismos que garanticen una participación democrática de todos los actores del sistema.

Modificaciones constitucionales

El punto de partida fue la crisis pos electoral del 1994, que culminó con la reforma de la Constitución que incluyó eliminar la reelección presidencial consecutiva, instaurar el sistema de doble vuelta, ganar los comicios presidenciales  con la mayoría absoluta y separó las elecciones presidenciales de las congresuales y municipales.

En el 2002, se hace una nueva reforma constitucional para permitir la reelección presidencial consecutiva. En el 2010 se proclamó una nueva Constitución que implicó seis cambios al sistema comicial.

Unificó las elecciones congresuales y municipales con las presidenciales, redujo de nueve a cinco el número de jueces de la JCE, eliminó la Cámara Administrativa y Contenciosa, y creó el Tribunal Superior Electoral. También en esa Carta Magna quedaron creados los diputados nacionales y la elección de los diputados de ultramar. Igualmente, que las elecciones se efectúen el tercer domingo de mayo, cada cuatro años.

Cambios a la Ley Electoral

Los modificaciones constitucionales van desde la legislación 58-84, que hasta el 1997 regía el sistema electoral, hasta la iniciativa 275-97. En esa norma se introdujo por primera vez el voto de los dominicanos residentes en el exterior, se crearon las circunscripciones electorales, se instauró la cuota femenina de 25% del total de los cargos electivos congresuales, las contribuciones de la JCE a los partidos políticos, el sistema de colegios cerrados y un horario por el sexo del votante.

Sólo tres años más tarde, en el 2000, esa ley sufre la primera modificación, y se eleva de 25% a 33% la cuota femenina y se establece que se alternen los cargos de síndicos y vicesíndicos de acuerdo al sexo.

En el 2003, se le hace la tercera enmienda para dividir la JCE en las cámara Administrativa y Contenciosa y se eleva de cinco a nueve el número de miembros que integraría ese organismo. En esa reforma también se varió el sistema de funcionamiento de los colegios electorales, porque se eliminó la tanda por sexo para ejercer el sufragio.

Igualmente, en los cambios de ese año se introdujo la necesidad de entrega del padrón electoral fotográfico a los partidos políticos. Para Roberto Rosario, este ha sido uno de los logros más importantes del sistema electoral, porque ha contribuido con la transparencia de los comicios. En el 2005, esa legislación fue de nuevo modificada para establecer el porcentaje de los recursos que la JCE entrega a los partidos. Se distribuiría el 80% entre los que alcancen más del 5% y  20% entre los que no lo logren.

En el 2004, se aprobó por primera y única vez la Ley de Partidos Políticos, que establecía un marco jurídico para el funcionamiento interno de las agrupaciones, pero fue eliminada, al ser considerada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia.

Mediante resolución, la JCE creó el sistema de voto preferencial para los diputados, sin embargo, tras las experiencias electorales de 2006 y 2010, se eliminó ese sistema. Perdomo consideró que el sistema es positivo y que lo negativo que resultó en el país fue producto de una mala aplicación, porque se desvirtuó su esencia.

Los desafíos del sistema electoral dominicano

Para el presidente de la Junta Central Electoral uno de los principales retos del sistema es la implementación del voto electrónico, y lograr mayor efectividad en el llenado de las actas en las mesas de votación.

También, lo relativo al uso y acceso a los medios de comunicación por parte de los partidos durante la campaña electoral. Igualmente, la puesta en marcha de un mecanismo que permita supervisar el uso de los recursos y la fuente de donde provienen los fondos que reciben los partidos políticos.

Para Tirso Mejía Ricart y Tácito Perdomo lo más urgente es la aprobación de la ley de partidos políticos. Mejía Ricart sostuvo que es necesario establecer una ley que norme el accionar de las organizaciones políticas y que no tenerla es una muestra de inmadurez política.

Perdomo consideró que es urgente que se establezca esa norma, pero rechazó que se apruebe el proyecto que reposa en la Comisión de Partidos Políticos de la Cámara de Diputados, porque la considera muy tendente a crear un sistema de bipartidismo y lesiona las instituciones políticas pequeñas.

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