Tal parece que no son muy buenas las relaciones de los responsables del área de prensa del consulado dominicano en Nueva York con los colegas que ejercen en la diáspora criolla en la urbe, a juzgar por la disposición que se dice fue tomada para limitar el acceso y desenvolvimiento de los periodistas en la sede de la representación dominicana. Hay quienes creen que, de carámbola, es el cónsul Martínez quien está recibiendo los efluvios negativos que genera la limitante. ¡Hummm…!
Dilema
Si usted acepta asumir un cargo en el Gobierno y, por inquina personal o familiar, resentimiento o retaliación, un fulano(a) lo somete a la Justicia atribuyéndole la comisión de uno que otro hecho delictivo pero la acusación se cae en estrados porque no presentan “pruebas” del supuesto delito y el tribunal dicta su absolución, inocencia y/o no culpabilidad, ¿quién y cómo repara entonces su honra y resarce los daños y perjuicios que esta situación podría haberle causado a usted y a su familia? ¿No hay sanción y/o penalidad para el que comete una bellaquería de esta naturaleza, que podría ensuciar para siempre la hoja de servicio público del(os) acusado(s), dejando una huella ética indeleble para el porvenir de quien(es), tal vez en buena fe, asumió(eron) en su momento la defensa del erario y por eso, quien(es) procuraba(n) tráfico de influencias y privilegios irritantes, le(s) pudo(ieron) fabricar un expediente inorgánico que, aún sin prosperar ya el daño está hecho? Son preguntas que plantean un dilema cuando se hace un simulacro de “lucha contra la corrupción”…
De corazón
De lo más profundo de mi corazón vaya mi agradecimiento a todos los que se han unido a mi dolor por el fallecimiento de mi madre. Hoy cito entre ellos al canciller Carlos Morales Troncoso, Miriam Polanco, Aurelio Valdez, Juan Acosta Reynoso, Mundito Espinal y su esposa Milagros García y Arsenio Hernández, entre otros. Gracias de todo corazón…
