Tras retirarse por lesión de las ediciones más recientes del torneo internacional de Brisbane, Maria Sharapova planea usar esta competencia como el trampolín para su regreso y para observar cómo funciona su nuevo equipo de entrenadores.
Sharapova sólo ha jugado un encuentro desde que fue eliminada en las primeras rondas en Wimbledon debido a una lesión en el hombro derecho y ha pasado meses trabajando con su nuevo técnico, Sven Groeneveld.
Llegó a Australia para prepararse de cara al primer torneo de la temporada con su novio el también tenista Grigor Dimitrov, quien el año pasado perdió la final ante el británico Andy Murray.
Serena Williams ganó el torneo de Brisbane el año pasado y espera no perder el asombroso impulso que tuvo en 2013, cuando ganó 11 títulos, entre ellos dos de Grand Slam, el Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos, se impuso en 78 de los 82 partidos que jugó y ganó más de 12 millones de dólares en premios.
Su breve receso tras la temporada lo dedicó a asuntos de negocios, aunque no los tradicionales.
Entrenó en Florida con su padre para estar cerca de su casa y seguir de cerca el relanzamiento de una de sus compañías y contratar a un director.
Sharapova, quien está en el número tres de la siembra, podría enfrentarse con Williams en la semifinal.
El torneo de Brisbane será un entrenamiento para el Abierto de Australia, que arranca el 13 de enero, así que necesita encontrar su ritmo rápidamente.
En la primera ronda del certamen la finalista de Wimbledon Sabine Lisicki venció por 6-3 y 6-4 a Magdalena Rybarikova de Eslovaquia.
La alemana Andrea Petkovic venció a la estadounidense Bethanie Mattek-Sands por 6-4, 7-5; mientras la japonesa Kimiko Date-Krumm derrotó 6-3, 7-5 a la local Olivia Rogowska.
