El médico que salvó la vida a Trujillo

Posiblemente más de la mitad de los pobladores de Santo Domingo, han oído hablar del “Darío” o del Hospital doctor Darío Contreras, centro especializado en trauma ubicado en la parte oriental de la ciudad. El doctor Darío Contreras Cruzado…

Posiblemente más de la mitad de los pobladores de Santo Domingo, han oído hablar del “Darío” o del Hospital doctor Darío Contreras, centro especializado en trauma ubicado en la parte oriental de la ciudad. El doctor Darío Contreras Cruzado nació en noviembre del 1879 y murió en el 1973, luego de estar interno en el Hospital que llevaba su nombre.

Se graduó de licenciado en Medicina y Cirugía en el año 1900, con la tesis “tratamiento del chancro blando”. En 1911 se traslada a París en donde recibe, en 1914, el título de doctor en Medicina. Realizó estudios en Cirugía y Ginecología con los profesores Pozzi, Faure, Marión y Cosset.

Era un hombre de fuertes sentimientos nacionales y de recio carácter, a quien el doctor Rafael Miranda definía como “Infatigable como el más joven y activo como el más fuerte”.

Una anécdota relatada por el extinto expresidente de la República, doctor Joaquín Balaguer, ilustra su talante en una reunión en París en la que participaba el líder colombiano José María Vargas Vila, este último se refirió a la República Dominicana en términos fuertemente despectivos, como tierra de tiranos y dictadores, a lo que el doctor Contreras respondió retándolo a un duelo a pistolas para defender el honor de su patria, lo que motivó las excusas de Vargas Vila ante esa reacción patriótica. Luego en 1935, el doctor Contreras se negó a firmar un documento que pedía que la ciudad de Santo Domingo pasara a llamarse Ciudad Trujillo, lo que motivó que fuera, durante unos años, condenado a un aislamiento social.

El doctor Contreras había ejercido en Santiago y otras ciudades del norte del país, y luego de realizar múltiples intervenciones a domicilio, como era la costumbre en la época, fundó la clínica Altagracia, en Santiago. Posteriormente se traslada a Santo Domingo, en donde laboró en centros asistenciales públicos y privados.

Durante su vida profesional ocupó numerosos cargos en la administración pública: cirujano del Hospital San Rafael, Santiago, 1924; médico legista del Distrito Judicial de Santiago de los Caballeros, director del Hospital Padre Billini, Santo Domingo, 1942-1943; Ministro de Sanidad, 1941-1943.

Además, fue diputado al Congreso Nacional, senador de la República, ministro consejero de la Embajada Dominicana en Washington, 1949-1951. Por las vueltas de la vida, en 1942, el tirano Rafael Trujillo sufre una terrible infección que tenía su vida en estado de gran urgencia, nadie se atrevía a operarlo y en ese momento llaman al doctor Contreras, quien asumió el reto, lo interviene, y le salva, ganando así de nuevo la confianza del tirano y su entorno. Otra anécdota retrata el talante de este médico, cuenta que  antes de iniciar la cirugía los hermanos de Trujillo se acercaron para cuestionarlo o intimidarlo, preguntándole que si él sabía lo que pasaría si se moría el paciente, a lo que él respondió: “ a los cinco días hiede”.

Ingresó a la Universidad de Santo Domingo mediante decreto del presidente de la República Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, de fecha 13 de noviembre de 1940. Impartió las cátedras de Semiología Quirúrgica, Clínica Quirúrgica y Patología Quirúrgica. Fue un gran profesor y catedrático.

Luego de la muerte de Trujillo, muchos ciudadanos se referían a él como el médico que salvó al tirano, lo que le trajo múltiples inconvenientes en su vida. El doctor Zaglul relata que el doctor Contreras se apenaba de que para muchos ese acto médico hubiera sido lo único importante en su vida.

Este gran cirujano, eminente médico y dedicado patriota murió en la pobreza a los 94 años. Así que cuando pasemos frente al “Darío” o alguien mencione ese hospital, pensemos en el ejemplo de dignidad, decoro y capacidad profesional del doctor Darío Contreras Cruzado.

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